El grafitero que planea una galería de arte urbano en Santiago
Por Denisse Espinoza, La Tercera.
Diego Roa pintó un mural en Bellas Artes y quiere sumar más.
Desde hace algunos años el street art se está tomando las paredes del mundo de manera legal. Muchos de los grafiteros que partieron rayando muros a espaldas de la policía ahora son invitados a prestigiosos festivales en ciudades tan diferentes como Amsterdam, París, Estambul o Nueva Delhi, para plasmar en barrios específicos sus creaciones que se vuelven verdaderos museos a cielo abierto. Ese ha sido el camino del artista Diego Roa, quien ha sido invitado a pintar en Sao Paulo, Nueva York y Cartagena de Indias, pero ahora quiere dar un paso más allá.
“Afuera existen gestores culturales organizando festivales de arte urbano, pero en Chile no pasa mucho. Somos los mismos artistas los que debemos movernos para conseguir espacios, y siempre terminamos en la periferia, pero lo ideal es llevar el arte al centro”, dice el grafitero de 32 años, quien esta semana finalizó su mural más grande, de 6 pisos de alto, en calle Mosqueto, Barrio Bellas Artes.
Se trata de un proyecto mayor. Roa sueña con hacer la primera galería de arte urbano en el centro de Santiago y para eso presentó en 2014 un plan piloto a la Municipalidad de Santiago que ya fue aprobado. “La alcaldesa se enamoró del proyecto y me dio todos los permisos para trabajar con grúa en la vía pública, pero falta levantar los recursos para los otros 11 murales”, dice Roa.
El plan contempla la zona entre las calles Miraflores, Merced, Ismael Valdés Vergara y José Miguel de la Barra. El próximo mural que Roa pintará será en el edificio Galaxy Center frente al mural de Inti Castro sobre la estación del Metro Bellas Artes. Para el resto de las paredes, el grafitero y diseñador gráfico ya tiene pensada una lista de artistas locales, como Nelson Rivas (Cekis) y Miguel Chacoff, y extranjeros, como el español Oukuda o el alemán Case Maaclaim, destacados cultores del street art. “Ya he conversado con varios y todos están dispuestos; sólo falta el financiamiento. Grabé un comercial sobre mi trabajo para una marca y con ese dinero financié este mural, que costó unos $12 millones”, cuenta Roa sobre la estilizada mujer envuelta en un halo de colores y que sostiene un árbol en la mano, la que ahora viste al muro externo de un edificio residencial.
“Hablé con la administración y los vecinos y de inmediato aceptaron. La idea es aportar algo positivo al barrio, regalar arte que dé nueva vida a los lugares. Santiago está lleno de edificios antiguos que están desapareciendo, pero cuando el arte llega a los muros estos ganan un nuevo valor. El arte también ayuda a conservar el patrimonio”, concluye el artista.