Nave: nuevo centro de creación en barrio Yungay
Por Javier García, La Tercera.
El espacio cultural fue diseñado por el arquitecto Smiljan Radic y abrirá en julio próximo. Se ubica en un remodelado edificio de inicios del siglo XX, en un sector que hoy se ofrece como un nuevo polo de entretención. Además, de salas para danza, teatro y presentaciones, se harán residencias para artistas.
Un panorama cambiante. En las primeras décadas del barrio Yungay, en el siglo XX, el paisaje estaba compuesto por casas de la aristocracia, la circulación de personajes ilustres como el escritor Joaquín Edwards Bello, y calles de adoquines. Era el Santiago antigüo.
Un esplendor que luego, hacia el final del siglo XX, exhibía signos de decadencia, entre perros vagos, pobreza y las precarias condiciones de la inmigración. Mientras la ciudad seguía su ritmo, la comunidad del sector comenzó a rescatar su pasado. Pero la invasión inmobiliaria y la falta de políticas de recuperación del patrimonio arquitectónico impedían la conservación de un sector que ahora se ofrece como un polo cultural y gastronómico, en un área declarada como Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Un gran edificio construido a inicios del siglo XX, frente al Boulevard Lavaud que hoy incluye a la Peluquería Francesa, pasó de ser una construcción sólida a quedar reducida a una fachada tras un voraz incendio que afectó al inmueble en 2006. Las ocho casas que incluía el edificio, ubicado en la esquina de las calles Compañía y Libertad y que ocupa un cuarto de manzana, quedaron en el suelo. Luego, el terremoto de 2010 dejó el inmueble en condiciones más inestables.
Pero el panorama cambió. Junto a un mayor interés de los vecinos y el municipio por rescatar el esplendor perdido, el barrio Yungay cada día mejora su entorno. Un proyecto que potenciará el sector cuando abra sus puerta, en julio próximo, es Nave: centro de creación y residencia que ocupará el edificio de Compañía y Libertad de 2 mil m2.
Hace cinco años, el reconocido arquitecto chileno Smiljan Radic fue invitado a participar en la construcción del espacio. Radic, quien el año pasado estuvo a cargo del pabellón de verano de Serpentine Gallery de Londres, aceptó el desafío convocado por la Fundación Patrimonio Creativo, a cargo de Nave. El centro de creación comenzó a levantarse hace dos años, con fondos extranjeros provenientes de Iberescena, Programa Iberoamericano de Cooperación Cultural de España; Fundación Siemens de Alemania, y la Ley de Donaciones Culturales en Chile.
“El proyecto vacía completamente la propiedad, reproduciendo su fachada original hasta completarla en su totalidad y en sus detalles, convirtiéndola en una especie de disfraz amable”, dice Radic, quien dividió el nuevo espacio en varias salas.
La Sala Negra es el aula principal, de unos 750 metros cuadrados; tendrá capacidad para 500 personas y asientos retráctiles para 146 espectadores. Después, está la Sala Blanca, con un piso especial para la práctica de la danza, de unos 130 metros cuadrados. Se suman dos salas de parquet original restaurado y el espacio para las residencias artísticas, que cuenta con cuatro piezas dobles con camas, cocina, comedor, baños y un lugar de ensayo conectados directamente con las habitaciones.
El proyecto culmina con la azotea, de 750 metros cuadrados, donde habrá una instalación permanente de una carpa de circo con capacidad para 100 personas.
“La residencia es un gran objetivo, y es novedoso en Chile que los artistas puedan tener salas de trabajo y alojamiento, y así logren meterse de lleno en los proyectos”, señala la académica y gestora María José Cifuentes, directora artística de Nave. De hecho ya hay una convocatoria en curso (ver recuadro).
“No nos interesa ver al público como un consumidor, queremos dialogar con la comunidad artística y barrial, abrir espacios. Somos un vecino más y queremos compartir lo que tenemos”, agrega Cifuentes.
Nave tendrá espacios aptos para ensayos de danza, performance y música, exhibición de obras, películas, conciertos, lanzamientos, conferencias, charlas, seminarios y encuentros culturales o académicos. Las salas también se podrán arrendar para actividades privadas o corporativas. “Es un desafío, porque luego de abrir el recinto debemos mantenerlo y generar recursos, más allá de proyectos estatales que nos permitan seguir”, dice Cifuentes, quien confía en la apuesta de hacer residencias de artistas. “Nos interesa que sea un polo de creación de Latinoamérica, que vengan creadores de Brasil, Argentina, Uruguay, Perú… y que la programación refuerce la relación con el continente”, agrega la especialista y autora del libro Historia social de la danza en Chile.
A pocas semanas de la apertura de Nave, el barrio Yungay se renueva a pasos del centro de Santiago, de Matucana y de la Quinta Normal.