Los cercos se toman el paisaje en Aysén
Por Claudio Cerda Santander, La Tercera.
El desarrollo inmobiliario en zonas rurales ha traído consigo el cierre de amplios terrenos, lo que dificulta el acceso de turistas y lugareños a lagos y ríos.
Aysén, una de las regiones más extensas y la menos poblada del país, ha experimentado en las últimas décadas una creciente expansión inmobiliaria en sectores rurales. Panorama que se replica en los terrenos colindantes a los 174 lagos, 283 lagunas y 663 ríos de la región, donde al menos al menos un privado posee terrenos con acceso a orilla de “playa”.
La instalación de cercos y alambrados ha variado el escenario de la Patagonia, lo que complica los accesos a turistas y lugareños. “Muchos corren a la gente que pasa a los lagos, especialmente si son extranjeros, porque, según ellos, cierran y eso es privado (…). Este no es el sistema que había antes. Eramos más pobres quizás, pero todo se compartía. No habían candados ni cercos”, afirma Baldemar Cayún, habitante del sector Lago Castor, a unos 40 km. de Coyhaique.
Miembros de clubes de pesca de la región agregan que en las cercanías de Coyhaique, los lagos Frío, Castor, Póllux y Thompson tienen sus accesos obstaculizados. Esto, pese a la normativa de Bienes Nacionales, vigente desde 1977, que establece que los propietarios de terrenos colindantes con playas de mar, ríos o lagos deben facilitar el acceso para fines turísticos o de pesca cuando no existan otras vías de acceso.
A lo anterior se agrega la denominada “servidumbre del pescador” de la misma ley, que garantiza cinco metros desde la orilla para cumplir con las labores de pesca, incluyéndose la pesca recreativa.
“Hay reservas forestales en esta región que están rodeadas de predios privados, como en Cerro Castillo, donde es muy difícil acceder por otro tipo de senderos, porque los dueños de los campos impiden el paso”, agregó Oscar Soto, guía turístico de Puerto Río Tranquilo.
La superficie de Aysén asciende a 108.494 km2 -81% corresponde a terrenos fiscales-, área en la que se extienden sus seis ríos principales: Palena, Cisnes, Aysén, Baker, Bravo y Pascua; y tres de los más extensos lagos del país: General Carrera, Cochrane y O’Higgins.
Para la fiscalización ante denuncias por impedimento de acceder a un curso de agua, la Seremi de Bienes Nacionales de Aysén cuenta con un fiscalizador permanente y otros tres en período estival. En lo que va del año, han recibido seis denuncias formales, el doble que en 2014.
“Nadie es dueño de los ríos, lagos o lagunas. Son bienes de uso público, de todos los chilenos. Es imposible que alguien pretenda llegar con su propiedad hasta el agua. No corresponde”, afirma el seremi Orlando Alvarado. “Todas las playas deben tener un acceso peatonal garantizado. Y sí efectivamente el único acceso que hay no está siendo habilitado o interrumpido, ahí la sugerencia es denunciar”, agrega, afirmando que el ministerio cuenta incluso con una aplicación en teléfonos móviles para efectuar las denuncias.
“En la zona norte de la región no tenemos ese problema, contamos con los lagos y ríos libres, como el Palena. También hay que entender que hay gente que tiene sus terrenos a la orilla de los lagos y los ríos, y es lógico que ellos tengan cercados por el tema de los animales. Aunque si uno habla con ellos, no habría problema”, asevera Verónica Gallardo, presidenta de la Cámara de Turismo y Comercio de Puyuhuapi.