Alejandra Rasse de Centro de Desarrollo Urbano Sustentable UC: “Es muy difícil conseguir una casa en el sector alto”
Por Carlos González I., La Tercera.
Alejandra Rasse, investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la U. Católica, señala que la densificación es un camino para generar integración, pero también existen otros mecanismos.
En otros países hay fórmulas de acceso al suelo para familias de menos ingresos sin densificar. “En algunos lugares cada vez que un desarrollador hace un proyecto inmobiliario, debe apartar una porción de suelo para el desarrollo de vivienda económica. Esto genera mayor integración sin necesidad de densificación”.
¿La densificación es el único mecanismo para fomentar la integración?
Hay que distinguir dos movimientos por los cuales se puede generar más integración: una es la llegada de hogares de bajos ingresos a sectores más ricos, y otro es la llegada de hogares de altos ingresos a sectores más pobres. La llegada de sectores de altos ingresos a sectores más pobres se está produciendo en comunas periféricas, principalmente bajo la figura de la vivienda en condominio. La llegada de hogares de menores ingresos a sectores de ingresos altos o medios se puede producir bajo varias figuras. En el contexto de nuestra normativa actual, sin embargo, sólo se puede producir vía densificación: en Chile, el acceso al suelo es siempre a través del mercado de suelo, incluso, las viviendas sociales deben comprar el suelo en que se edificarán a su valor de mercado. Entonces, la única manera de hacer que familias de menos ingresos puedan comprar suelo en un sector de clase media o alta es pagando entre muchos un pedazo de suelo pequeño, en que después podrán vivir todas en mayor densidad, por ejemplo, en un edificio en altura.
¿La reciente política de suelos anunciada por el gobierno cambiará este escenario?
La nueva política incorpora una serie de elementos normativos que lo que hacen es, efectivamente, reservar suelo para la vivienda económica al interior de la ciudad, en buenas localizaciones. Esto permitirá que las familias de menores ingresos puedan nuevamente optar a viviendas dentro del Gran Santiago (y no sean expulsadas al periurbano), ya que habrán suelos disponibles para el desarrollo de vivienda económica, sin que el alto valor del suelo sea un factor de expulsión.
¿Cree que existe una tendencia a una mayor integración de la ciudad entre los años 2002 y 2013?
En los últimos años se ha visto una mayor cercanía de los distintos grupos sociales en ciertos sectores de la ciudad. Esto ha sido posible por varios motivos. Por una parte, efectivamente hay mejoras en la conectividad que hacen que ciertos sectores se vuelvan más atractivos: el desarrollo de autopistas urbanas y de la red de metro son parte de esto. Pero también hay que tener en cuenta el papel que la disponibilidad de suelos juega en esto: hoy en día es muy difícil conseguir una casa en el “barrio alto” tradicional, lo que fuerza a algunas familias a salir a buscar casa en otros sectores.
Ahora bien, el que existan estos cambios no debe hacernos olvidar dos cosas: por una parte, el que en la periferia popular esten llegando viviendas de altos ingresos hace subir los precios del suelo, y como consecuencia, donde antes se podía construir vivienda social, hoy ya no es posible.