Santiago destaca entre las ciudades latinoamericanas con oportunidades para la clase creativa
La clase creativa está integrada por quienes trabajan en áreas culturales vinculadas a la innovación que se pueden clasificar en siete especialidades según la Unesco: artesanía y arte popular, arte digital, diseño, cine, gastronomía, literatura y música. En conjunto, estos rubros conforman la Economía Creativa de una ciudad.
De acuerdo a una investigación hecha por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en las ciudades de América Latina y el Caribe existe el potencial para crear 107 millones de puestos de trabajo enfocados en esta clase creativa. Sin embargo, en la región destacan Bogotá, Buenos Aires, Lima, Santiago y São Paulo como las megaciudades que concentran las oportunidades debido a que es donde existe mayor demanda por estos productos y servicios.
¿Qué menciona el BID sobre Santiago? Acá te contamos.
La plataforma Santiago Creativo, desarrollada por el Gobierno Regional Metropolitano de Santiago (GORE RM), la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) y la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información (ACTI), es la iniciativa que el BID destacó de Santiago por dedicarse a fomentar la exportación de bienes y servicios desarrollados por emprendedores de la clase creativa a través de distintas estrategias.
Este impulso se realiza mediante la creación de valor de los rubros que integran la economía creativa y la capacitación que se les da a los jóvenes que integran esta clase laboral para que cuenten con las herramientas y conocimientos necesarios para lograr acuerdos comerciales. De esta manera, es posible que los jóvenes puedan exportar sus productos que, como pertenecen a la economía creativa de las ciudades, dan a conocer la cultura e identidad de un lugar.
Sobre el programa, el BID destaca que “la ciudad está generando valor en la industria creativa, integrándola con los otros sectores y haciéndola más competitiva”.
Si bien en la publicación del BID se menciona cuáles son las ciudades que concentran las oportunidades para la clase creativa, también nombra cómo las ciudades emergentes de la región, entendidas como aquellas que tienen menos de 2 millones de habitantes, pueden convertirse en un polo creativo.
Para esto, se propone resaltar las ventajas de las ciudades emergentes, como por ejemplo que el costo de vida y para iniciar un emprendimiento son menores en comparación con una megaciudad.
Así se pueden convertir en lugares más competitivos y así promover la inversión en ellas, ya sea a partir de organizaciones públicas como privadas. No obstante, el BID destaca en que estas ciudades emergentes no solo deben ser creativas, sino que también lograr un nivel de desarrollo en este último ámbito que también sea sostenible.
En el siguiente enlace puedes descargar el informe de “La Economía Naranja” elaborado por el BID.