La nueva vida de la casa natal de Violeta Parra
Por Romina de la Sotta Donoso, El Mercurio.
Programa Puesta en Valor del Patrimonio:
Ya empezaron los trabajos para convertir el inmueble en un espacio cultural en homenaje a la cantautora y artista visual. La inversión es de $884 millones.
Nadie sabe cuántos años tiene, pero sí que son más de 130. La casa es sencilla: tiene dos habitaciones y un pasillo, cubierta de tejas y muros de adobón. Y ahí nació, en 1917, la música chilena más influyente de la historia.
Declarada Monumento Nacional en 1992, la casa natal de Violeta Parra fue comprada en $29 millones por el ayuntamiento de Baena en España hace diez años para donársela a la Municipalidad de San Carlos.
Hace unos días irrumpieron en la casa los equipos técnicos y humanos de Constructora Proas Ltda., de Talca. La empresa se adjudicó la licitación para un proyecto que la convertirá en un espacio cultural. La inversión es de $884 millones, en el marco del Programa Puesta en Valor del Patrimonio (PPVP) de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), cuyo órgano técnico es el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
“Estamos dando vida a un emblema patrimonial y cultural que atraerá a turistas y fomentará la creación artística. Lo entregaremos a la comunidad a tiempo para que, en 2017, sea el centro de las actividades de conmemoración del centenario del natalicio de Violeta Parra”, dice el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga.
Cultura campesina
“¡Llegó la hora de la casa de Violeta Parra! Estamos muy orgullosos de que la obra ya se haya puesto en ejecución. A fines del primer semestre de 2016 podremos entregarla a la comunidad, que ha participado activamente en el proceso”, asegura Claudia Silva, directora de Arquitectura del MOP.
“Vamos a pasar de 140 m {+2} a 800 m {+2} . Se podrá conocer cómo era originalmente la casa, y se construirá un nuevo volumen. Habrá un centro de interpretación, y una museografía de carácter audiovisual que mostrará la historia de Violeta Parra, con opiniones de otros artistas sobre cuál fue su legado”, agrega la arquitecta.
El diseño del proyecto se lo adjudicó, por concurso público, Estudiocero Arquitectura y Patrimonio, consultora que ejecutó, además, el salvataje de este monumento tras el terremoto de 2010 (ver recuadro).
Carlos Inostroza, director de Estudiocero, detalla el plan que diseñaron para los 141 m {+2} de la casona, los 309 m {+2} del patio interior y los 347 m {+2} de la nueva construcción: “Como acá no tenemos objetos de Violeta Parra, planteamos una museografía digital por medio de proyecciones sobre telones. Se trabajará con animaciones de dibujos de arpilleras para recuperar el lenguaje de la cultura campesina”.
El guión museográfico explorará su biografía, sus relaciones familiares, sus programas en Radio Chilena, el Premio “Caupolicán” que le dio la prensa en 1955, sus grabaciones para la Unesco y la BBC, su exposición en el Louvre y la época de la Carpa de La Reina. Además de selecciones de su propia obra, se incorporarán declaraciones de Nicanor Parra, Pablo Neruda, Chabuca Granda y Víctor Jara, entre otros.
“La construcción nueva no colinda con la casa y tiene dos pisos que no superan la altura de la casa porque lo enterramos medio piso”, aclara Inostroza. Allí funcionarán talleres de artesanía, guitarrón y pintura, una cafetería y los servicios, y su fachada emulará, por medio de enredaderas de flores de distintos colores, los vestidos de retazos que doña Clara Sandoval le hacía a la niña Violeta.
El patio interior también será intervenido: se instalarán siete maceteros móviles con rosa, violeta azul, clavelina roja, manzanillón, pensamiento, amapola y toronjil, es decir, con las siete plantas que la música nombra en “La Jardinera”. Además, se pintará un mural inspirado en la estética de la cerámica de Quinchamalí. “Nuestra idea central es ver a Violeta Parra como representante de la cultura campesina chilena”, cierra Inostroza.
La operación de salvatajeCon un presupuesto de $40 millones -aportados por el Consejo de la Cultura, el Consejo de Monumentos y la Municipalidad de San Carlos-, Estudiocero recuperó estructuralmente el inmueble tras el sismo de 2010. “Aplicamos una fusión de la técnica de la geomalla peruana con un sistema colombiano de refuerzos en madera. Funcionó muy bien; la casa resistió una réplica de 7 grados, sin una sola fisura”, dice Inostroza. Además, reemplazaron todas las tejas rotas o podridas. “Hicimos una restauración a la chilena; tomamos prevenciones sabiendo que no habrá mantención oportuna. Colocamos fieltro debajo de las tejas y el trastejado lo hicimos con unión de barro”, agrega.