Pudahuel registró aumento de consultas por problemas respiratorios
Por Myriam Bustos V., La Tercera.
“No sabía que había emergencia. No estaba informada”, señaló Patricia Mendoza, instantes antes de subir el Cerro San Cristóbal a ejercitarse ayer por la mañana.
Como ella, muchos santiaguinos decidieron, a pesar de la preemergencia y los llamados de las autoridades a no realizar deportes, hacer actividades al aire libre. En el mirador del Jardín Mapulemu, incluso los ciclistas y corredores se detenían a observar la capa de humo sobre la urbe.
Orlando Peña también quiso subir el cerro en bicicleta, pero dijo que para protegerse, utilizaba “una bandana para cubrir la boca”.
José Ancamil y Leonila Valenzuela ascendieron corriendo y ambos notaron el aire más pesado que otros fines de semana. “Se nota que el ambiente está distinto. Cuesta respirar y pican los ojos. Uno se cansa más rápido”, dijo Ancamil.
Los deportistas no fueron los únicos en sentir los impactos de la contaminación.
En el Servicio de Atención Primaria de Urgencia “Pudahuel Poniente” -zona que marcó el más alto índice de esmog de la capital-, las consultas por enfermedades respiratorias fueron aumentando durante el día.
“Hubo muchos pacientes con problemas respiratorios, otros descompensados y niños con tos”, informó Catalina Osorio, jefa de turno del centro asistencial, quien agregó que la mayor carga de partículas en el aire gatilló el aumento en las atenciones.
Lucía Naranjo debió llevar de urgencia a su esposo, José, de 90 años, luego de que comenzara a “tener tos muy fuerte, además de que le subió la temperatura desde anoche”. Debió recibir oxígeno.
Los niños también se vieron afectados. Arelis Castillo llevó a su hija de tres años luego de que comenzara a sentir que “se ahogaba en la noche”.