Un debate que aún no se estaciona
Proyecto de ley, gratuidad en los estacionamientos:
Los expertos señalan que conviene separar aguas. Aclaran que puede ser razonable aplicar gratuidad en servicios de urgencia, pero no así en los malls. Esto último incluso incentivaría el uso de automóviles.
Enorme debate ha provocado el proyecto de ley que busca regular el cobro en los estacionamientos de centros comerciales, supermercados, aeropuertos, hospitales y clínicas, entre otros recintos.
La iniciativa, que se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado, busca liberar el pago durante las dos primeras horas, con la presentación de una boleta debidamente emitida por alguno de los proveedores de bienes o servicios de los centros comerciales. Y transcurrido este tiempo, cobrar sobre el tiempo efectivo (minutos) que el vehículo ocupó la plaza.
Además, el proyecto señala que, en caso de pérdida del comprobante de ingreso, estará prohibido cobrar una tarifa prefijada. “Será obligación del proveedor del servicio consultar sus registros con el fin de determinar de manera fehaciente el tiempo transcurrido desde el comienzo del uso del servicio, sin que pueda obligar al usuario a abonar una suma mayor”, destaca.
Algunos de los sectores más afectados por esta posible medida han sacado la voz.
Esta semana, la Cámara Chilena de Centros Comerciales dio a conocer un informe en el que exhibieron que el 71% de las personas que visita un mall -ubicado en una comuna de clase media- llega en metro, micro o colectivo. El estudio reveló además que “la gratuidad es regresiva, pues beneficia a los sectores de más altos ingresos”.
En cuanto al tiempo que los usuarios ocupan el servicio de estacionamientos, el estudio refleja que alrededor de un 80% de los automovilistas se queda entre 5 minutos y dos horas en el centro comercial; mientras que un 50% permanece de visita por una hora en el establecimiento.
Además, el informe muestra que los centros comerciales han incorporado progresivamente nuevos y mejores estándares de seguridad para disminuir el robo de automóviles en sus estacionamientos.
Para Pablo Allard -doctor en Diseño Urbano de la Universidad de Harvard y decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo- el problema del proyecto es que mete a todos en el mismo saco.
“Los malls -a diferencia de hospitales y servicios de urgencia- no prestan servicios de primera necesidad donde es razonable la gratuidad. En términos de equidad, la medida generará una competencia ilegítima con comerciantes tradicionales de avenidas y barrios centrales, cuyos clientes seguirán pagando en estacionamientos privados, parquímetros o municipales. Además, la mayoría de los malls que cobran lo hacen bajo el valor de mercado y algunos subsidian a trabajadores y dependientes de sus tiendas con tarifa preferente. Finalmente, no todos los centros comerciales cobran”.
Agrega que desde el momento en que se regula por ley la gratuidad y eventualmente las tarifas, lo que se hace es incentivar a que más gente acuda a zonas congestionadas en automóvil a comprar, comer, hacer sus trámites o atender a reuniones de trabajo independiente del contexto urbano en que se encuentren.
De una opinión similar es Alejandro Tirachini Hernández, académico de la División de Ingeniería de Transporte del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile.
Cree que hay que “separar aguas”. Porque los viajes a un hospital son de naturaleza muy distinta a los viajes de compras, lo que se debería traducirse en distintos criterios para la gestión de estacionamientos en hospitales y supermercados o malls.
Sostiene que tener estacionamiento gratis por dos horas en malls (con o sin presentación de boleta de compras) hará que más gente decida usar automóvil para viajes de compras.
“Esto tiene un beneficio claro: para quienes disponen de un automóvil se incentiva el uso de este vehículo, muy cómodo en este tipo de viajes, especialmente si al final de la visita se cuenta con bolsas o bultos que no pueden ser llevados en modos como la bicicleta, o son menos cómodos de mover en transporte público”.
Destaca que un elemento interesante para la discusión que se está dando en el Senado es el trabajo de la Comisión Asesora Pro-Movilidad, nombrada por la Presidenta Michelle Bachelet en junio de 2014, la cual después de seis meses de sesiones y diálogos ciudadanos en 19 ciudades, emitió un informe con recomendaciones de políticas para mitigar los problemas de movilidad urbana que existen en Chile.
“En dicho informe se sugiere, entre otras cosas, una serie de medidas para regular la oferta de estacionamientos, tanto en la calzada como fuera de ella, con el fin de desincentivar o racionalizar el uso del automóvil, objetivo diametralmente opuesto a lo que propone este proyecto de ley”.