Uso fraudulento de pase escolar genera pérdidas por US$ 7 millones anuales a Transantiago
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Proyecto antievasión aumenta sanciones al ilícito:
Según estudio, hasta 6 mil validaciones irregulares se generan con la tarjeta para estudiantes de enseñanza básica.
Cada madrugada, alrededor de 200 viajes realizan, en promedio, pasajeros que validan con la tarjeta nacional estudiantil para alumnos de enseñanza básica. El uso irregular de la credencial se repite en otros horarios en que difícilmente sea utilizada por sus verdaderos usuarios: después de las 22:30 los viajes con la credencial, que son gratuitos, superan los 500 y durante todo el día llegan a seis mil.
Las cifras las arroja un estudio realizado por la empresa Alto Evasión, que trabaja en sistemas y tecnologías para reducir los viajes impagos con los operadores Alsacia y Express, que controlan el 33% del Transantiago.
El análisis, que se nutre de las validaciones detectadas por la empresa y proyecciones a la totalidad del sistema de transportes, muestra que esas validaciones fraudulentas representan pérdidas de US$7 millones anuales para las empresas operadoras de buses.
El gerente de Alto Evasión, Juan Cristóbal Palacios, gerente general de Alto Evasión, explica que el déficit generado por el ilícito también afecta al sistema. “Dejan entrar esos recursos, lo que a la larga supone más subsidio. Durante el último trimestre del año pasado mostramos el estudio a las autoridades, prendimos las alarmas y estamos conformes de que se busque tomar medidas para regular este problema”, dice.
Palacios propone que en Chile se adopte un sistema similar al que se implementó recientemente en Brasil. En algunas ciudades de ese país se utiliza un control biométrico en los buses, que permite detectar a los usuarios según las formas de su rostro. “Cuando el sistema no logra hacer el cruce entre la cara y la tarjeta, ésta se bloquea de inmediato”, añade el gerente.
“El Mercurio” consultó a Transantiago por el impacto de este ilícito pero no fue posible obtener una versión de esa repartición estatal. Se indicó que el tema es gestionado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb). Sin embargo, desde esa entidad señalaron que el Ministerio de Transportes es el encargado de fiscalizar la credencial.
Para el especialista en transporte de la U. Diego Portales, Louis de Grange, la estimación de pérdida de US$ 7 millones es aún mínima. “Además de los buses, es muy probable que un gran uso fraudulento de la tarjeta en el metro y también en los horarios en que otros estudiantes sí la utilizan. Las pérdidas deben cuadruplicar esa estimación. Hay que evaluar las tecnologías de fiscalización, porque una excesivamente cara puede resultar más costosa que la pérdida misma. Hoy los infractores no sienten temor de ser sorprendidos y la sanción se percibe como irrelevante”.
Con el propósito de elevar esas multas, el Ministerio de Transportes incluyó diversas medidas en el proyecto “antievasión”, recientemente enviado por el Gobierno al Congreso. En los antecedentes de la iniciativa legal se señala que “un porcentaje importante de los pasajeros infraccionados reinciden en la conducta de instrumentos o documentos respecto de los cuales no son sus titulares, encontrándonos con casos de infractores que han sido citados hasta en seis oportunidades ante los Juzgados de Policía Local”.
Para revertir la situación, se define la tarjeta como un documento público y se establece como una falta gravísima su uso irregular. También se faculta a Carabineros y fiscalizadores a retener la tarjeta en caso de que el usuario no sea el titular.
Reincidencia
Las personas que usan indebidamente la tarjeta estudiantil son sorprendidas hasta seis veces en este ilícito.