Cinco veces Santiago: una capital vista a la luz de largometrajes
Por Charles Aguilar, La Tercera.
El ciclo Cine y ciudad, de la Facultad de Arquitectura de la UC se inicia el 4 de agosto.
Una secuencia notable del cine chileno transcurre al interior de un conventillo, a un costado del actual paseo Bulnes. Apenas nacido, ha muerto el hijo de una pareja que arrienda una de las piezas de una casona. Acto seguido, se celebra el velorio del “angelito”, pródigo en prácticas religiosas, pena y alcohol. A una cuadra, desde lo alto de un bien alhajado departamento de Bulnes, la mujer de un exitoso empresario es lejana testigo del velorio.
¿Pueden dos mundos distanciados socioeconómicamente compartir un mismo plano? ¿Pasaba esto en Santiago en 1967, cuando se filmó Largo viaje? Siendo ésta una ficción de Patricio Kaulen, la escena no tuvo lugar. Pero la convergencia de dos “momentos” urbanos en el centro de la capital fue una manera de hacer uso de la imaginación para resucitar combinatorias sociales hoy inexistentes.
Largo viaje es una de las cinco películas chilenas que se proyectarán en un ciclo que también es un curso. Al alero del área de Educación Continua de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la UC, en convenio con la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), el 4 de agosto arranca Cine y ciudad: crítica e historia. A un costado de la Plaza Las Lilas, en el Espacio AOA, las sesiones parten el 4 de agosto, conducidas Pablo Marín, crítico de La Tercera. En ellas se se exhibirán también Uno que ha sido marino (1951), de José Bohr; Taxi para 3 (2001), de Orlando Lübbert; Play (2005), de Alicia Scherson, y Mapocho (2011), de Santiago Elordi.
Las sesiones contarán con la participación de Scherson, del arquitecto Sebastián Gray y del historiador Claudio Rolle.
Lübbert fue arquitecto antes que cineasta y no concibe que la ciudad deje cumplir un rol allí donde se la está filmando. Así le pasó con los planos de Taxi para 3. Dice Lübbert que buscaba una pendiente en Santiago: un lugar desde el cual la urbe se viera de arriba hacia abajo y que además, para poner en situación al taxista protagónico (Alejandro Trejo), dispusiese de calles sin pavimentar. Buscó por Av. Grecia hacia arriba y encontró la “Toma de Peñalolén”.
En el caso de Play, hay una topografía física y emocional, ambas guiadas por los pasos de Cristina (Viviana Herrera), joven que recorre la ciudad acompañada de unos audífonos. “Santiago no tiene sensación de sí misma, no se siente cómoda en ningún barrio”, decía Scherson hace 10 años.
Cuesta pensar Santiago obviando el Mapocho, que fue el límite norte de la “ciudad propia” de Vicuña Mackenna. Maruja, en Uno que ha sido marino, vive en la Chimba, al norte de esta frontera. De su lado, dice, “está la miseria, el hambre”, pero “cruzando el puente está la luz, la ciudad”. Por su parte Mapocho es una docuficción que arranca en el cerro El Plomo y desarrolla un recorrido inédito río abajo.