Fuertes vientos dejan sin luz a 170 mil hogares y últimas viviendas tendrían servicio recién esta mañana
Caída de árboles provocó más estragos que la lluvia anunciada:
Ciento siete mil residencias corresponden a la Región Metropolitana, las que se concentran en 24 comunas. El puerto de San Antonio se cerró para todo tipo de embarcaciones y el paso Los Libertadores se mantuvo sin tránsito.
No fue la lluvia, sino el viento el factor climático que causó los mayores estragos en varias ciudades del centro y sur del país. Ciento setenta mil hogares de seis regiones, según la Onemi, despertaron ayer sin energía eléctrica, a consecuencia de caídas de árboles y ramas sobre postes y cables.
La mayor parte de la población afectada se concentró en la Región Metropolitana, donde el viento superó los 40 km/h. En total, hubo 107 mil viviendas afectadas, en comunas como Recoleta, Vitacura, Estación Central, Huechuraba, Las Condes, Macul, Maipú, Ñuñoa, Pudahuel, Quilicura y Santiago. Además, 37 semáforos resultaron dañados.
En Recoleta, cerca del cerro San Cristóbal, dos árboles cayeron sobre un poste eléctrico, dañando las veredas y dejando a oscuras a sus vecinos. “Nunca había visto un viento tan fuerte para que llegara a botar los árboles en esta calle”, comentó Francisco Guzmán, vecino por sesenta años de esta zona.
Vitacura fue otra de las comunas más afectadas. Hasta el cierre de esta edición, las zonas cercanas a las avenidas Las Hualtatas, Padre Hurtado Norte, Juan XXIII y Las Tranqueras mantenían ciertos problemas.
Según Chilectra, cinco mil hogares se encontraban anoche sin suministro, principalmente en el sector norte y oriente de la capital, destacando las comunas de Vitacura, Providencia y La Reina. En la empresa de distribución eléctrica explicaron que 156 cuadrillas trabajaban hasta la madrugada para reponer el suministro de las últimas viviendas afectadas.
El Comité Operativo de Emergencia (COE) de Santiago sesionó ayer. Tras la reunión, el intendente metropolitano, Claudio Orrego, confirmó que “el sistema frontal fue más débil en lluvias y más fuerte en viento que lo esperado”.
De hecho, hasta la tarde de ayer, el temporal había dejado 25 mm de agua en la capital, por debajo de lo pronosticado para el fin de semana (ver infografía). Esto hizo que solo tres pasos bajo nivel tuvieran acumulación de agua, los que fueron despejados por cuadrillas del Serviu, afirmó Orrego.
A nivel nacional, se contabilizaban 27 damnificados.
En el sur del país, el temporal provocó anegamientos menores y la interrupción de algunas rutas. La situación más preocupante de la tarde fue el aumento inusual del caudal del río Loncomilla (Maule), el que, según la Dirección General de Aguas, “superó el umbral de normalidad”, por lo que la Onemi decretó alerta amarilla en el sector.
El mal tiempo hizo que la autoridad marítima cerrara los puertos de Quintero y San Antonio para naves mayores y menores, mientras que aplicó la misma medida para embarcaciones menores en Los Vilos, Valparaíso, Algarrobo, Pichilemu, Constitución, San Vicente, Coronel y Lirquén.
El temporal también afectó al paso Los Libertadores, el que continuó cerrado para todo tipo de vehículos, por los dos metros de nieve caída. Recién hoy se evaluará su apertura.
Para esta jornada se espera que el temporal baje su intensidad en el centro-sur del país, para dar paso a una masa de aire frío. Sin embargo, la preocupación se traslada al norte, pues Meteorología emitió ayer una alerta en la que se advierte sobre “precipitaciones fuertes e intensas” al sur de Atacama y norte de Coquimbo, pronosticando hasta 50 mm de lluvia en la precordillera.
Cinco mil
hogares de la capital se encontraban sin suministro eléctrico al cierre de esta edición. Pacheco: Un tercio de los clientes que llamaron a call centers no tuvo respuesta”Las compañías distribuidoras (de energía) se habían preparado para mucha lluvia; pero el problema fueron las ráfagas de viento”.
Con esas palabras, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, intentaba explicar ayer en Tolerancia Cero, en Chilevisión, el hecho de que miles de familias hayan tenido que estar sin energía eléctrica, muchas de ellas durante todo el día.
En ese sentido, Pacheco señaló que no es posible que las compañías distribuidoras tengan a miles de clientes sin suministro, “porque eso va más allá de lo que como sistema eléctrico es razonable esperar”.
Además, criticó que el 30% de los clientes que llamaron a call centers haya tenido que desistir en sus llamadas porque no les contestaron. “Son dos temas que vamos a enfrentar como autoridad y como fiscalizadores”, advirtió, y agregó que se está trabajando en un proyecto de ley que fortalezca a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, para darle “más poder de multas”.