Municipio no permitirá construcción en zona de riesgo del volcán Calbuco
Por Soledad Neira Farías, El Mercurio.
Puerto Montt, a 90 días de erupción:
Unos 1.200 desplazados exigen que se restituyan dos puentes para poder regresar a sus casas y campos en el sector de Río Blanco.
“No podemos dar ningún permiso de construcción en la zona afectada por los desbordes del Río Blanco. La geografía cambió completamente. Donde estaban las casas ahora está el río”, dice tajante el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes.
A tres meses de la erupción del volcán Calbuco, el 22 de abril pasado, y mientras la mayor parte de los afectados solo tiene incertidumbres, el edil dice que lo único seguro hoy es que nadie puede vivir ahí “hasta que la situación se estabilice lo que puede demorar meses, tal vez años”.
Del cerca de centenar de viviendas afectadas por los lahares que bajaron por el Río Blanco, en la ruta entre Puerto Montt y Lago Chapo, 34 resultaron completamente destruidas. Lo mismo que las instalaciones de dos pisciculturas.
Pero pese a que las personas quieren regresar a sus casas, la zona sigue como área de exclusión en 10 kilómetros en torno del cráter principal.
“Aún está en alerta amarilla (…) hubo desactivación de los escenarios más severos (…) Hay cierta precaución, pero el actual escenario se acerca más a los niveles base del volcán”, explica el director nacional de Sernageomin, Rodrigo Álvarez.
Álvarez dice que “lo peor sería no aprender nada de lo ocurrido”. “Debiera haber normas de construcción en todo el país que consideren los riesgos volcánicos”, recordando que Sernageomin tiene mapas de riesgo de cada volcán.
“Cada alcalde debiera saber cuáles son los riesgos geológicos que tiene”, señala Álvarez, advirtiendo que “la legislación que hay es insuficiente”, para que un ciudadano tome decisiones bien informadas.
Retorno al hogar
“No quiero que me derrumben mi casa. No voy a botar 4 años del sudor de mi frente”, dice a viva voz Juan Matamala, cuya casa está en el área de exclusión.
Desplazados en Puerto Montt, protestaron en la semana bloqueando por más de 3 horas la Carretera Austral por la tardanza en el pago de bonos, falta de puentes para ir a sus casas y ver a sus animales.
La mayor parte de los vecinos no conocen otro modo de vida que la crianza de animales y agricultura. “Este año no vamos a tener cosechas, los animales están adelgazando e incluso han muerto”, añade Juan Barría, vecino afectado.
El alcalde Paredes cree que “lo que falta es un delegado presidencial, empoderado, con capacidad de resolver, de dar soluciones. Está fallando la coordinación y la comunicación para encontrar soluciones”, resaltando que existe preocupación por el cierre de puestos de trabajo.