Estudio proyecta tres metros de aumento del nivel del mar debido al cambio climático
Por Cristina Espinoza, La Tercera.
Liderado por James Hansen, respetado en el área climática, el análisis ha generado un debate científico.
Si el nivel del mar aumenta 90 centímetros hacia fines de siglo, como el Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) ha proyectado, los aeropuertos en Nueva York y San Francisco (EE.UU.) quedarían bajo el agua. Lo mismo pasaría con carreteras, centrales eléctricas y plantas de tratamiento en varias ciudades costeras del mundo, pues, de acuerdo al informe Stern (2006) a nivel mundial, cerca de 3 billones de dólares de inversión en infraestructura se encuentran bajo el metro de altura sobre el nivel del mar.
Por eso, un nuevo estudio liderado por James Hansen, ex director del instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Nasa y actual profesor de la U. de Columbia, llamó la atención entre los científicos del clima. De acuerdo a Hansen, si la temperatura del planeta aumenta 2 °C, el nivel del mar subirá más de tres metros. Nueva York, Miami, Londres y Shanghai, por ejemplo, serían inhabitables.
El artículo, que fue adelantado a periodistas estadounidenses en una conferencia este martes, será publicado esta semana en el Journal of Atmospheric Chemistry and Physics, de la Unión Europea de Geociencias. A diferencia de otras revistas científicas, esta es de acceso libre y sus artículos no pasan por la revisión de pares previa a la publicación, sino que las dudas y críticas sobre el trabajo se realizan en tiempo real, cuando está online.
Hansen -reconocido por ir a explicar el cambio climático al congreso estadounidense en 1988- explicó que decidieron hacerlo de esa forma, debido a que era necesario que la información estuviera disponible lo antes posible, pues los países deben acordar un nuevo protocolo para bajar las emisiones de gases de efecto invernadero en diciembre.
El estudio, en el que también participaron 16 investigadores, combinó datos paleoclimáticos con lecturas de satélite y un nuevo modelo del sistema climático. Sus datos indican que las capas de hielo en Groenlandia y la Antártica se derriten a un ritmo “no lineal”, en lugar de una fusión gradual.
Los tres metros que subiría el nivel del mar se explican debido a una fusión acelerada anticipada de las capas de hielo de los polos, por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero. Ello pondrá más agua fría y fresca en los océanos, cambiando los patrones de circulación y finalmente, causando más derretimiento de las capas de hielo.
“Llegamos a la conclusión de que las continuas altas emisiones harán que el aumento de varios metros del nivel del mar sea prácticamente inevitable y es probable que se produzca este siglo”, señala el estudio, detalló el Huffington Post.
El análisis señala que habría un período durante el cual la pérdida de hielo se duplicaría, provocando el aumento del nivel del mar en un marco de tiempo de 50 a 200 años.
Un aumento similar ocurrió ya en el planeta hace entre 115.000 y 130.000 años, durante el período interglacial Eemiense, cuando las temperaturas fueron menos de 1 °C más cálidas que hoy, pero el nivel del mar era entre 5 y 9 metros más alto. Además de supertormentas.
Provocador e intrigante
El estudio aún no publicado ya ha recibido críticas. Consultado por el Washington Post, el investigador del clima Michael Mann, de la U. Estatal de Pensilvania, comentó que es más convincente cuando se trata de la Antártida Occidental, que ya está colapsando y podría provocar una subida sustancial en una escala de tiempo de un siglo o dos, aunque otros detalles le parecen inverosímiles. Con todo, “han iniciado un debate absolutamente crítico” sobre el objetivo de 2 °C, dijo a la web de Science. “Los riesgos no podrían ser más altos. Si tomamos decisiones equivocadas, no hay planeta B al cual recurrir”, agregó.
Otros como Stefan Rahmstorf, del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, criticaron el uso del periodo Eemiense como analogía, pues los cambios en ese momento fueron impulsados por ciclos orbitales planetarios, en lugar de las emisiones de dióxido de carbono.
Kevin Trenberth, investigador del clima del Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, también calificó el artículo de “provocador e intrigante, pero plagado de especulaciones y escenarios hipotéticos”, dijo al Washington Post.