Las propuestas del Plan de Descontaminación para mejorar la calidad del aire en la Región Metropolitana

Contaminación atmosférica  en Santiago. © alobos Life, vía Flickr.

Contaminación atmosférica en Santiago. © alobos Life, vía Flickr.

Durante este invierno, la contaminación atmosférica está afectando la calidad de vida de los habitantes de más de 10 ciudades del país.

La Región Metropolitana no ha estado exenta de esta problemática ambiental y en lo que va de este 2015 ya se declaró la primera emergencia ambiental tras 16 años y 11 preemergencias, episodios críticos de la calidad del aire que se decretaron tomando como referencia los niveles del Material Particulado 2.5 (MP 2.5), el contaminante más fino y el más dañino para la salud, que este año reemplazó las mediciones hechas en base al MP 10, más grueso.

La mala calidad del aire llevó al Ministerio de Medio Ambiente (MMA) a decretar a la región como una Zona Saturada por Material Particulado 2.5 (MP 2.5), lo que trae consigo la elaboración de un Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de la Región Metropolitana que incluye propuestas para mejorar la calidad del aire clasificadas en tres áreas: residencial, transporte e industria.

Conoce las propuestas para cada sector después del salto.

Residencial

De acuerdo a un estudio realizado en 2012 por la Universidad Andrés Bello (UNAB), un 49% de la contaminación atmosférica de Santiago es ocasionada por la leña y un 5,23% proviene de diversas fuentes residenciales.

Sin embargo, a algunos todavía les cuesta creer que la leña es uno de los principales contaminantes, aunque se ha comprobado que el uso de este tipo de calefacción es usado mayoritariamente en el sector oriente y que por las condiciones de ventilación, termina por contaminar al sector poniente de la ciudad.

Para evitar que esto siga ocurriendo, una de las propuestas del ministerio apunta a prohibir el uso de leña como calefacción en las viviendas de la Provincia de Santiago y en las comunas de San Bernardo y Puente Alto. Asimismo, en toda la Región Metropolitana se pretende que, gradualmente, se prohíba el uso de este contaminante y que durante los episodios críticos del aire, se prohiba en toda la región.

De forma paralela, se consideran establecer nuevas exigencias de sustentabilidad en los edificios de uso público y mejores estándares térmicos para las nuevas viviendas.

Transporte

Acerca del porcentaje que representa el transporte en la contaminación de Santiago, se pueden tomar dos cifras como referencia.

Por un lado, el estudio de la UNAB indica que el Transantiago es el causante de un 3,47% de la contaminación, mientras que los vehículos diésel representan un 4,86%, los vehículos catalíticos un 3,16%, los no catalíticos, 1,14%, y otros buses, 1,28%.

Por otro, las cifras del ministerio sostienen que si se consideran a las industrias, la leña y el transporte como las tres fuentes principales de contaminación, los camiones representan un 55%, el transporte público representa un 14% y los automóviles un 31%.

La propuesta del plan para bajar estos índices en esta área consideran seis medidas. La primera es la implementación de la restricción permanente y de dos dígitos para los vehículos con sello verde durante el período de Gestión de Episodios Críticos (GEC), y de cuatro dígitos a los vehículos con el mismo sello cuando haya emergencia ambiental.

Esta medida ha sido comentada durante los últimos días porque existen diferentes puntos de vistas sobre su real eficacia. Por su parte, el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, argumenta que la restricción permanente podría disminuir las emisiones hasta en un 5,3%, a lo que agregó que “los buses y camiones bajan sus emisiones por kilómetro entre 7% a 11% solo por descongestión”, según dijo a El Mercurio.

No obstante, el investigador asociado del Centro de Estudios Públicos (CEP), Ricardo Katz, sostiene que “(el cálculo) tiene la incertidumbre de cuántos más kilómetros andan los vehículos que no están restringidos”.

Una segunda medida corresponde a la creación de un sello verde para camiones. Así, los vehículos de esta categoría que no lo posean, deberán regirse a la restricción vehicular. La tercera considera que la Gestión de Episodios Críticos (GEC) sea entre el 1 de mayo y el 31 de agosto, un mes menos que en la actualidad.

La cuarta plantea la creación de una revisión técnica anual para la maquinaria fuera de ruta y de una norma de entrada. La quinta y sexta medida buscan que se implemente la exigencia Euro VI, una norma más exigente que la actual y que apunta a reducir las emisiones de Transantiago (a partir de 2017) y de los vehículos (livianos y medianos).

Industria

Según el Ministerio de Medio Ambiente, las industrias emiten un 26% de la contaminación de Santiago. Por este motivo, se plantea la aplicación de normas más exigentes. Una de éstas considera disminuir hasta en un 87% las emisiones de estas fuentes fijas, pasando de un indicador que actualmente permite la emisión de material particulado en procesos industriales de 112 mg/ m3 a 30 mg/ m3.

Además, se postula una norma de emisión de óxidos de nitrógenos, programas de reducción de Sox y metas de reducción para grandes emisores.

¿Cuándo comenzarán a regir estas nuevas normas?

Por ahora, el plan todavía se encuentra en su etapa de elaboración y se estima que finalice en noviembre. Tras esto, se pretende realizar una consulta pública a partir de marzo de 2016 y durante 60 días, y se enviará a la Contraloría. Así, en caso de ser aprobado comenzaría a regir desde 2017.