Gerente de Bosca sobre fin de la leña en Santiago: “no va a tener efecto”
Por Andrés Pozo B., Diario Financiero.
Juan Carlos Larraín dice que, de todos modos, la regulación no afectará sus ventas, porque se concentran hacia el sur del país.
Un efecto marginal sobre la descontaminación de la cuenca de Santiago prevé que tendrá la futura prohibición de utilizar leña que está impulsando el gobierno, dice el gerente general de Bosca, Juan Carlos Larraín.
“Estamos totalmente de acuerdo en que en Santiago urbano no haya leña, porque independiente que esté seca, igual se genera contaminación, como pasa con los autos catalíticos”, dice sobre la medida.
Bosca -ligada a la familia Ossandón- es uno de los principales productores y comercializadores de calefactores a leña, con 50 mil unidades al año, en un mercado nacional que mueve del orden de 100 mil.
“El gran problema es que la ponderación que se le entrega a la leña como culpable en Santiago de la contaminación no es efectiva”, explica al señalar que por ejemplo un día como el viernes pasado, donde hubo preemergencia y sol, lo más seguro es que no habían calefactores prendidos en la ciudad y, de todos modos, la calidad del aire no mejora sustancialmente.
“Se van a dar cuenta que la leña no es el problema. Lo doy firmado, pueden prohibir la leña, pero dime si baja algún porcentaje de días con preemergencia o emergencia: no va a haber ningún efecto y eso significa que le estamos echando la culpa a algo que no es y, por lo tanto, podría volver”, dice. De hecho, afirma que es falso que el humo de calefactores en Las Condes y, especialmente, en Lo Barnechea luego se devuelva al centro de la ciudad, porque los aires van en otra dirección, además que -explica- hay más de estos artefactos fuera de la ciudad que en Lo Barnechea.
Reconoce que el problema de la leña es cuando se consume con más de 15% de humedad, porque eso provoca que la combustión no sea la adecuada. Cree que la Superintendencia de Electricidad y Combustibles debe fiscalizar a quienes venden este tipo de leña y multarlos, tal como si se comercializara parafina con agua.
Pero Larraín vuelve a defender la leña y cuestiona la mala fama que se le está armando.
“El señor Mena (subsecretario del Medio Ambiente) es una persona anti-leña, basta mirar los eslóganes que usa: dice que un calefactor equivale a no sé cuántos Transantiagos. Yo le digo al señor Mena: lo invito a que yo me meto con un calefactor con leña seca en una pieza y que él se meta en un galpón con 30 Transantiagos, veamos quién dura más. La gente se queda con eso en la retina”, dice.
Respecto del efecto de esta medida en sus ventas, Larraín dice que no lo habrá porque su público está fuera de la ciudad, especialmente en el sur. “En Santiago ha existido una autocensura del público a raíz de todas las campañas, la gente no compra calefactores, pero sí la gente rural como en Calera de Tango”, dice.
De todos modos, dice que el mercado -y la empresa- apunta a nuevas tecnologías. Una de ellas es el uso de pellets, que emite 20 veces menos que la leña y puede ser utilizado dentro de la ciudad.