El Gran Santiago: 40 años en los ojos de Marcelo Montecino
Por Daniela Silva Astorga, El Mercurio.
El fotógrafo chileno residente en Estados Unidos exhibe su obra en Galería D21
Un libro con 200 fotos a todo color y una exposición con treinta imágenes en blanco y negro componen su proyecto “Santiago. Invierno/verano”.
El fotógrafo chileno Marcelo Montecino (1944) ha expuesto en grandes muestras de todo el mundo. Y entre 1975 y 1984 recorrió Centroamérica, trabajando para revistas como Newsweek.
Ha vivido varios regresos a Chile, pero solo tres los recuerda como importantes, y uno de ellos, como decisivo, porque marcó el comienzo de una gran afición. Fue en 1962: venía con la secundaria completa y ganas de estudiar en la U. de Chile. No recordaba tanto de Santiago; no estaba haciendo nada, así que se dedicó a vagar por la ciudad con su cámara al cuello. Y desde ahí hizo exactamente lo mismo, por más comunas, más rincones, en todos los retornos que siguieron a lo largo de cuatro décadas.
“En 1962, durante ese primer viaje, me impactó mucho la pobreza. En el 73 seguí tomando fotos de la urbe. Iba en mi moto a todas partes. Y mi tercera vuelta relevante fue en el 88. Ahí, tras trabajar en Centroamérica por años, me empezaron a llamar la atención otras cosas. Vivía en Ñuñoa, y me encantaba la calle Irarrázaval, con toda su actividad, su gente. Lo mismo me pasaba con el Persa Bío Bío. Para mí calzaba perfecto con la definición de Breton para el surrealismo: algo así como una máquina de coser en un quirófano, una escena muy rica para un fotógrafo”, dice Montecino, al teléfono desde Washington, desde donde prepara su vuelta definitiva a Chile.
De todas sus caminatas salieron, muy fácilmente, miles de imágenes de escenas simples, cotidianas y espontáneas, pero que irradian mucho. Vistas brumosas, quizás tensas, de calles y puentes. Gente viendo pasar la tarde. Otros transportándose; en micro, en carreta. Gente caminando por el centro, mirando el río. Gente haciendo tantas cosas: fumando, yendo a un funeral, vestidos de primera comunión, bailando, bañándose en piletas, pichangueando, y un largo etcétera que hasta el 3 de septiembre se expone en Galería D21.
La muestra se llama “Santiago. Invierno/verano”, y reúne unas 30 imágenes en blanco y negro. Montecino las tomó a lo largo de 40 años. Siempre con algo común y protagonista: “La vitalidad de la gente en la calle es lo que más me llama y ha llamado la atención. En el 73, por ejemplo, se notaba con fuerza en las marchas de la UP y en el 88 con el plebiscito. Fue un año lindo para ser fotógrafo. Soy muy callejero”.
Como complemento para la exposición, Montecino publicó un libro con el mismo título. La edición corrió por parte de Carlos Altamirano y de OchoLibros. Son casi 200 fotos hechas en verano e invierno, y un texto de Fernando Alegría. “Tengo dos otros libros que saldrán a fin de año. Uno será sobre mujeres latinoamericanas; el otro, más personal”, cierra Montecino.