Caletas aisladas al norte de Tocopilla reciben ayuda por vía marítima
Por Marjory Miranda, La Tercera.
Más de 200 personas viven en asentamientos a 45 kilómetros de la ciudad.
Vivir a más de 45 kilómetros del centro urbano más cercano, sin acceso a un local comercial para comprar víveres o agua potable, y lejos de servicio de atención de salud. Esa es la realidad que enfrentan más de un centenar de personas que habitan en las caletas ubicadas al norte de Tocopilla y que, desde el domingo pasado, quedaron aisladas tras los aluviones que afectaron a la zona.
Con el corte en la Ruta 1, que conecta esa ciudad con Iquique, la única forma de llegar a ellos ha sido por vía aérea, a través de helicópteros, o por mar, con el buque OPV Comandante Toro de la Armada. Durante los últimos cuatro días, esta nave ha recorrido el litoral para entregar asistencia médica, más de un centenar de cajas con víveres, frazadas, artículos de aseo y combustible para los pescadores y sus familias.
Se trata de asentamientos costeros que se ubican desde Caleta Urco, a unos 45 kilómetros al norte de la ciudad, hasta Caleta Paquía, que está casi al límite regional con Tarapacá.
Según detalló el general de brigada, Claudio Hernández, jefe de la defensa nacional de Tocopilla tras la declaración de Estado de Excepción, el operativo podría extenderse dos semanas. De hecho, los trabajos para habilitar parcialmente la vía costera, tardarían mínimo dos meses.
“Estamos trabajando en el abastecimiento, pero también en una segunda fase, que es tratar de dejar establecido un procedimiento que nos permita asegurar que las caletas van a tener víveres, combustible y cosas que necesitan ellos para reanudar sus labores. Además de los equipos de asistencia, también se ha trasladado un equipo multidisciplinario con funcionarios de los ministerio de Desarrollo Social y Vivienda, porque la recuperación de esa zona se tardará un par de meses más”, comentó el oficial.
Reclamos
A medida que pasan los días, la desesperación de las personas aumenta. Así lo vivió el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, que ayer visitó la zona cero -en la población 5 de Octubre-, y que fue increpado por la abuela de Krisha López, la pequeña de cuatro años que es una de las tres personas fallecidas en el aluvión que afectó a Tocopilla.
“A mi hijo le dicen que mañana le van a dar una vivienda y nada…mi hijo está viviendo en una casa de allegado”, reclamó la mujer, quien solicitó celeridad para reponer las casas destruidas.
Por su parte, el ministro llamó a la tranquilidad y aseguró que hasta el momento se ha catastrado al 80% de la población afectada por la tragedia. “Estamos digitalizando la información de la Encuesta Familiar de Urgencia (EFU) y el cuestionario de vivienda (…). Aquí hay fases, la primera es de emergencia y eso supone restablecer la normalidad, luego viene una segunda fase que es cómo allegamos recursos para que las viviendas se mejoren”, dijo el secretario de Estado.
Barraza añadió que del presupuesto de la cartera se reasignaron “$ 145 millones que nos permitirán abordar los programas sociales para el 40% de las familias más vulnerables”. Aún no se define cuál será el procedimiento para abordar la reconstrucción, si es a través de bonos o con tarjetas de retail.
En la ciudad la ayuda humanitaria se está canalizando a través de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el municipio local, que establecieron como principal centro de acopio el edificio consistorial de la comuna.
Knin Cerda, jefe de gabinete del alcalde y que está a cargo de recibir la ayuda en la municipalidad, explicó que “a la fecha las mayores donaciones provienen de la Municipalidad de Calama. También llegó un cargamento de Diego de Almagro, que fueron afectados en marzo, pero que quisieron estar presentes, y finalmente está la asistencia de Onemi”.