El patrimonio de la bohemia porteña
Temporales musicales de Valparaíso:
Entre el 19 y el 21 de agosto, en el Centex, habrá seis conciertos en homenaje a los bares Liberty, Cinzano y El Canario.
“Valparaíso era el puerto del Pacífico más cercano a Europa, pero cuando se abrió el canal de Panamá se convirtió en el puerto más lejano de Europa. Así, dejó de ser el gran emporio del Pacífico Sur. Entró en una etapa de decaimiento. Después hubo un gran silencio, y luego una gran nostalgia, que entonces hoy recogen estos bohemios, estos artistas de la noche”, dice el investigador de historia urbana Samuel León en un microdocumental producido por BiblioRedes de la Dibam acerca del bar Liberty.
“El boliche más antiguo de Chile”, reclama Carlos Fierro, el dueño del Liberty, y en su fachada, en Plaza Echaurren, un letrero pintado a mano registra los acontecimientos para evitar discusiones: “desde 1897”. Otros investigadores lo sitúan más atrás, en 1870.
La misma mirada patrimonial de esa bohemia porteña tendrán los próximos Temporales Musicales de Valparaíso, organizados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Escuelas de Rock. Serán tres jornadas de conciertos para 300 personas en el edificio del Centex, en la Plaza Sotomayor, entre el 19 y 21 de agosto.
El jueves 20, Los Chunchos de Valparaíso -elenco de músicos callejeros del barrio Puerto- interpretarán a dos guitarras y percusiones una serie de boleros de orilla, valses y otras canciones en homenaje al propio Liberty, bar que estuvo a punto de bajar su cortina en julio pasado ante el clima de inseguridad que vive el sector. Esa jornada en el Centex incluirá al cantautor porteño Demian Rodríguez.
Los Temporales Musicales parten el miércoles 19 con el grupo Matambre y las estrellas del bar Cinzano, encabezadas por José “Pollito” González en ese histórico e ineludible reducto de la bohemia. Comenzó como pulpería, botillería y bar con su fundador, el italiano Pipo Lima, quien arribó a Valparaíso en 1896. Después, sus sobrinos Stefano y Jerónimo Morcchio lo mantuvieron como bar. Desde 1932 ha cambiado de dueño, pero nunca de emplazamiento, en Plaza Aníbal Pinto.
“A diferencia del Liberty, que reúne a porteños de larga data, bohemios y wanderinos, el Cinzano se ha ido convirtiendo cada vez más en un lugar turístico. El público, más de Santiago, venía a ver cantar a Carmen Corena”, señala Christian Morales, coautor de dos volúmenes de “Valparaíso no Patrimonial” (Ocho Libros), que a fin de año tendrá su tercera edición.
La serie de conciertos finaliza el 21 con grupos jóvenes vinculados a la peña folclórica El Canario, en la subida Cumming: La Bandita del Canario y Platillo Volador. “Es el espacio más nuevo de los tres boliches y, por lo mismo, convoca a público universitario y a bohemios hippies. El Canario es una de las cosas más locas de Valparaíso, una pieza de cuatro por cuatro, como si fuera el dormitorio de una abuela. Ahí puede pasar cualquier cosa”, completa Morales.