Grafiteros actúan cada vez con mayor impunidad y audacia en el plan y cerros de Valparaíso
Por Audénico Barría, El Mercurio.
Gobernador reconoce fracaso de campañas preventivas y acción de policías:
Ahora trepan por los muros, cada vez más alto, para rayar los segundos pisos de los edificios sin ser detenidos.
Los comerciantes de Valparaíso reconocen que ya están entregados a la acción de los grafiteros, porque todas las campañas preventivas que se han anunciado para evitar el vandalismo han fracasado. “Ya no pintan los frontis de sus locales, porque al día siguiente aparecen rayados y hasta ahora no existe ningún freno”, explica el presidente de la Cámara de Comercio del puerto, Raúl Alcázar.
“Cada día actúan con mayor impunidad y audacia, ya no les basta el primer piso, porque trepan para rayar los muros del segundo piso y tienen una competencia por quién llega más alto”, indica el dirigente.
El gobernador de Valparaíso, Omar Jara, admite que las campañas para sorprender y detener a los grafiteros han fracasado. “Indudablemente que debe existir una actividad policial más efectiva, porque no es posible que en los alrededores de la Plaza Aníbal Pinto, frente a la intendencia y donde hay cámaras de seguridad, haya gente que trepe a los segundos pisos para pintar, porque para eso se requiere tiempo y medios”, sostiene.
Las policías no reportan detenidos y un grupo especial que se había formado en la PDI para combatir a los vándalos fue disuelto hace dos años.
En la Plaza Aníbal Pinto, Pedro Schulz, propietario de un quiosco, cuenta que los grafiteros destruyeron el techo de su local para pintar el segundo piso del tradicional bar Cinzano.
El alcalde Jorge Castro y el gobernador Omar Jara coinciden en que se requiere de herramientas legales para un combate más efectivo contra el vandalismo, con multas altas en dinero y la obligación de reparar el mal causado. “Aquí hay grupos organizados, muchos de ellos con menores, que saben que si son detenidos las penas serán mínimas”, dice Castro. Según Jara, también se requiere una acción educativa en los niños para que aprendan a respetar su ciudad.