Las provincias que siguen el ejemplo de Ñuble y aspiran a ser región

Por C. Reyes, P. Tapia y O. Fernández, La Tercera.

Aconcagua, Maule y Limarí Choapa buscan mayor independencia presupuestaria para el desarrollo local.

En 1974, el régimen militar inició el proceso de regionalización, disolviendo la distribución territorial que existía en Chile desde la década de los 20, que incluía 25 provincias, para dar paso a 13 regiones más grandes y dependientes del gobierno central.

Entre aquellas provincias figuraba Ñuble, ahora perteneciente a la actual Región del Biobío, y que está próxima a recuperar la autonomía de antaño: ayer se firmó el proyecto de ley que crea la XVI Región de Ñuble en Chillán, la cual será la futura capital.

La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, presente en la ceremonia, explicó que la decisión implica “más atribuciones, mayores competencias y más recursos. Y estamos dando pasos efectivos en esa dirección”. De esta forma, la nueva región, con una población de 465.528 habitantes, poseerá una autoridad propia, a través de un intendente y consejeros que serán electos, además de un presupuesto especial o Fondo Nacional de Desarrollo Regional, tal como reciben las otras 15 regiones de Chile. Allí también se instalarán servicios públicos para que puedan acceder los vecinos, sin trasladarse a Concepción (capital del Biobío).

El nuevo estatus en ese territorio abre el debate por crear nuevas regiones en el país, como es el caso de Limarí-Choapa, en la Región de Coquimbo; Aconcagua, en la Región de Valparaíso y el área sur de la Región del Maule. En esas provincias, parlamentarios y organizaciones buscan mayor independencia del aparato estatal central y sueñan con seguir el ejemplo de Ñuble.

Esto tres conjuntos de comunas comparten una identidad económica: poseen gran escasez hídrica y son ricos en recursos naturales como la minería del cobre, en el caso de Aconcagua y Limarí-Choapa; mientras que en los sectores sureños de Linares y Cauquenes prima la agricultura vitivinícola y la producción de energía hidroeléctrica.

En el valle del Aconcagua viven 388 mil personas, casi 10 mil menos que en Los Ríos, región que fue creada en 2007. La gobernadora de Los Andes, Victoria Rodríguez, sostuvo que el Ejecutivo se comprometió a estudiar la idea y “lograr una independencia y un polo de desarrollo que pueda aportar a la economía del país y al desarrollo de su gente. Hay identidad de valle y características culturales que son distintas”.

Para el senador Francisco Chahuán (RN), quien junto a agrupaciones vecinales ha solicitado que esa zona sea independiente, sostuvo que es clave el aumento de fondos: “No existe un hospital base que entregue prestaciones a la gente, por lo que las personas deben viajar a Valparaíso y Viña para atenderse”. Enfatizó que en la política actual hay escasa inversión en el ámbito vial para unir San Felipe con la Ruta 5.

Y en el sur del Maule, donde viven 311 mil personas (población similar a la de Arica, que posee 235 mil habitantes), son los alcaldes quienes solicitan mayor independencia. Rolando Rentería, edil de Linares, planteó que con mayores recursos se podría subsanar el déficit de especialistas en el hospital: dijo que no tiene médicos en la urgencia. A esto se suma que no existe un fomento a sectores económicos como el turismo. “Se incentiva solamente al norte del Maule, donde llegan los recursos. Esto evita que pueda haber emprendimiento en otras comunas”, comentó.

Las provincias más pequeñas que quieren ser región son Limarí y Choapa, con 249 mil habitantes. Allí existe el Comité Regionalista Emprendimiento Asociativo. Armando Cortés, miembro de esta agrupación, aseguró que buscan que esas zonas se conviertan en un polo económico que no dependa de La Serena. “Ser región permitiría poseer autonomía para poder priorizar las inversiones de todo tipo. Y con el aumento presupuestario habría un desarrollo mucho mayor”, dijo.

Debate

Esteban Valenzuela, cientista político y ex presidente de la Comisión de Descentralización convocada por el Ejecutivo, valora que se analice la formación de nuevas regiones. “Para eso deben existir condiciones: elección de intendentes, que esas áreas tengan participación en las rentas por la explotación de recursos naturales y que se implementen oficinas del ministerio de Vivienda, Corfo e Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario”, dijo.

El consejero regional de Valparaíso, Manuel Millones, también integrante de esa comisión, agregó que esta reorganización debe ir aparejada de “recursos para que haya autonomía como requisito, de lo contrario, sería una oferta en período electoral”.