Estudio: Tres recomendaciones para diseñar ciclovías que favorezcan la convivencia vial
Con el aumento en los flujos de ciclistas por las ciclovías de Santiago, especialmente en las horas punta (entre las 7:00 y 10:00 horas y entre las 19:00 y 21:00 horas), se han hecho más notorios ciertos problemas de convivencia vial entre peatones y ciclistas que, en parte, son ocasionados por el diseño de estas vías.
Frente a esto, los ingenieros Rodrigo Fernández, Sebastián Seriani y Esteban Hermosilla, integrantes del Grupo de Estudios de Transporte de la Universidad de los Andes, hicieron un estudio que busca revertir estos inconvenientes, para lo que compararon las variables físicas y operativas de las ciclovías de Santiago con las ciclobandas de Londres.
Tras esto, formularon una serie de recomendaciones de diseño para las ciclovías santiaguinas que, por un lado, ayudarían a aumentar los flujos bidireccionales de los ciclistas, y por otro, a reducir los conflictos entre peatones y ciclistas, principalmente en las intersecciones.
A continuación te contamos cuáles son sus recomendaciones.
El trabajo de los investigadores fue elaborado durante el año pasado a partir de la tesis “Estudio experimental para estimar la capacidad de las ciclovías”, realizada por Hermosilla, y busca ser un complemento al proyecto elaborado por el Ministerio de Transportes y Telelecomunicaciones (MTT) para modificar la actual Ley de Tránsito.
Las recomendaciones que formularon se pueden clasificar en tres áreas: creación de nuevos cruces peatonales, demarcación de vías y ensanchamientos de calzadas (ver imagen superior).
Respecto a la creación de nuevos cruces peatonales, los investigadores proponen establecer estas zonas alejadas de las intersecciones, entre 8 a 10 metros, para que en el mismo espacio no deban esperar los peatones junto con los ciclistas.
Asimismo, y para complementar esta medida, el estudio plantea demarcar las ciclovías en las intersecciones, lo que experimentalmente se obtuvo a través del uso de conos que sirven para ordenar los flujos de ciclistas y reducir los espacios los conflictos entre peatones y ciclistas, sobre todo en los cruces.
Durante las pruebas que el equipo realizó en terreno, se obtuvo que estas recomendaciones se podrían implementar en las ciclovías de Antonio Varas, Pocuro y Andrés Bello.
Acerca de las recomendaciones obtenidas para el ensanchamientos de calzadas, los investigadores compararon la ciclovía de Pocuro con la ciclobanda de Tavistock Square, en Londres. En ambos casos, las vías tienen un ancho de 2 metros (1 metro por vía), no obstante, por la primera transitan hasta 1.300 ciclistas por hora durante la hora punta, mientras que en la segunda, hasta 1.000 ciclistas por hora en el mismo período.
En las pruebas, se midieron los flujos de ciclistas estableciendo un metro más de ancho por cada vía, es decir, que cada pista por sentido mida dos metros. Con este ensanchamiento, los ciclistas que podrían transitar por la ciclovía de Pocuro podrían ser 4.700 por hora en cada pista.
Usando este mismo ejercicio, en la ciclovía londinense podrían llegar a circular 3.500 bicicletas en la misma relación. De esta manera, se concluyó que el ancho de las vías es un factor que determina el flujo de saturación y la eficiencia de las ciclovías.
El estudio completo se puede descargar desde este enlace.