Transportes pide a Cencosud resolver impacto vial de Costanera Center con compra de buses
Por Manuel Valencia, Nicolás Guzmán y Lucía Adriasola, El Mercurio.
Urbanistas dicen que la decisión beneficia a privados y no reduce el efecto del complejo comercial en su entorno:
Originalmente, la obra de mitigación consistía en remodelar la avenida Providencia para hacerla bidireccional, pero el proyecto de un corredor entre Alameda y Providencia la dejó sin efecto.
El impacto vial que generará la tercera etapa del proyecto Costanera Center tenía una obra de mitigación originalmente definida en su Estudio de Impacto al Sistema de Transporte Urbano (Eistu): remodelar la avenida Providencia para hacerla bidireccional en la zona cercana al centro comercial.
Sin embargo, el Gobierno y el grupo Cencosud, propietario del complejo en Providencia, acordaron cambiar ese proyecto por una inédita medida de mitigación: la empresa deberá comprar buses para el Transantiago.
El cambio se debe a que el proyecto de un corredor entre Alameda y Providencia terminaría por demoler, a corto plazo, la obra que debía construir Cencosud, tal como sucedió con la avenida Costanera Sur que edificó Titanium y que, en poco tiempo, fue demolida para construir la futura extensión -aún en obras- de la Costanera Norte.
“Un proyecto como este tiene un impacto muy importante en la congestión de la zona y, por lo tanto, afecta a todos los servicios de transporte público que están en ese sector. Eso ya de por sí justifica esta medida”, explica el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo.
Agrega: “El marco legal permite cualquier mitigación de un impacto vial. En el pasado, con el Ministerio de Transportes y otros ministerios, hemos exigido mitigaciones en términos de infraestructura para proyectos grandes, en términos de terminales para buses, también paraderos o refugios”. Recalca, además, que los buses servirán a recorridos que operan en la zona que sufre un impacto por la apertura del centro comercial.
Según el director de Transporte Metropolitano, Guillermo Muñoz, esta mitigación abre una oportunidad: “Esperemos que sean también otras las inversiones inmobiliarias en las que se pueda materializar una compensación de esta manera”.
De acuerdo con estimaciones de Cencosud, el 60% de los clientes del Mall Costanera Center acuden al centro comercial en transporte público. Fuentes vinculadas a la empresa confirmaron que esta semana recibieron una carta del Ministerio de Transportes en la que este les preguntaba si estaban dispuestos a reemplazar la remodelación de avenida Providencia por la compra de buses y que el grupo aceptó la propuesta. Aclararon, sin embargo, que aún no se define el número de buses ni su recorrido y que todavía deben fijar fecha para una reunión.
Para el urbanista Iván Poduje, este cambio representa una distorsión del concepto de mitigación. “No se puede reemplazar una inversión que mejora vías y espacios públicos por un beneficio directo a empresas privadas del Transantiago, que debieran renovar su flota con recursos propios. Hoy existe un cuello de botella gigantesco en este nudo, que se aliviaría haciendo bidireccional Providencia, como se contemplaba en el Eistu (…). Al final, el Estado deberá financiar la bidireccionalidad de Providencia con recursos públicos, en el distrito financiero más exclusivo de Santiago”, opina.
Comparte la apreciación el decano de la Facultad de Arquitectura de la U. del Desarrollo, Pablo Allard. “Los Eistu son mitigaciones a los impactos en los entornos. La única manera de garantizar que ello se mantenga en el tiempo es con obras. Financiar equipos móviles con una vida útil limitada desvirtúa la mitigación”, plantea.
“Las obras de mitigación relacionadas con grandes proyectos inmobiliarios o comerciales van a estar, básicamente, enfocadas en transporte público”.
ANDRÉS GÓMEZ-LOBO
Ministro de Transportes
“No logro entender la lógica de reemplazar esta obra por buses nuevos; que además no podrán circular bien, por el colapso que existe en este sector”.
IVÁN PODUJE
Urbanista
El proyecto que modifica los Eistu
Los Eistu fueron creados por ley en 2001. Su objetivo es que los proyectos comerciales con más de 150 estacionamientos mitiguen en obras y medidas de gestión el impacto vial que generan, dentro de las cuales cabe la compra de buses. También deben hacerlo los proyectos residenciales con más de 250 estacionamientos. Según el Ministerio de Vivienda, las inmobiliarias usualmente utilizan el resquicio de construir proyectos comerciales de hasta 149 aparcaderos o residenciales de 249 para no mitigar.
Por ello, en el gobierno anterior el Minvu presentó un proyecto de ley que establece que todas las iniciativas, sin importar la cantidad de estacionamientos, aporten a un fondo de compensación administrado por gobiernos locales y regionales. También incluye que se pueda mitigar con medidas de gestión, transporte público y movilidad.
