Puerto de Coquimbo es la zona más afectada por terremoto, con daños acotados
Botes fueron arrastrados hasta las aceras y estacionamientos se convirtieron en lagunas:
Ministerio de OO.PP. estimó, preliminarmente, en $7 mil millones el costo de reposición de infraestructura pública dañada por el sismo de gran intensidad.
Doce personas fallecidas, 608 damnificados, 428 albergados y 179 viviendas destruidas son las principales cifras duras entregadas anoche por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) como balance nacional del terremoto de magnitud 8,4 Richter. También señaló que 47 mil 335 clientes se mantienen sin servicio de electricidad y otros 9.070 sin suministro de agua.
El sismo, pese a su gran intensidad, tuvo daños acotados, que se concentraron en el puerto de Coquimbo, los que iban quedando de manifiesto a medida que la luz del día avanzaba.
Uno de los puntos más afectados fue el terminal pesquero, donde operan 140 locales de venta de productos del mar, así como restaurantes y 60 artesanos. En total, son unas 2.500 personas que dependen del negocio que se genera en torno a mar. El pasado 5 de febrero, para colmo, un incendio ya había destruido 23 de los locales.
Ayer, la oficina de la Asociación de Industriales Pesqueros de Coquimbo yacía casi por completo en el suelo. Ocho embarcaciones de gran tamaño -siete crustaceras y una palangrera, que zarpa a la pesca de pez espada- que posee ese gremio fueron levantadas por el maremoto y se posaron sobre la Costanera. Además, los industriales perdieron la planta de procesos “Isla Dama”.
A 28 horas de ocurrido el sismo, el catastro revela que la mayor parte de las cifras están concentradas en la IV Región: ocho de las 12 víctimas fatales, 596 de los damnificados, 409 de los albergados y 177 de las viviendas destruidas.
El subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea, cifró en unos $7 mil millones la reposición de infraestructura pública dañada. Los mayores montos deberán ir a la rehabilitación de las caletas pesqueras de Coquimbo y Tongoy y de 20 km del borde costero, que preliminarmente se estima en unos $2 mil millones.
Galilea dijo que “la infraestructura soportó bien el sismo”, pero que además hubo una reacción rápida de los servicios, lo que permitió que solo 12 horas después ya estuviera restablecida la conectividad de toda la Ruta 5 y de la red secundaria de caminos de la región.
Respecto del suministro de agua potable, precisó que surgieron algunos problemas en La Serena y Coquimbo, por lo que se suspendió el servicio entre las 20:00 horas de ayer y las 08:00 horas de hoy, para resolver el problema.
A las 20:16 horas del miércoles, olas de 4,5 metros de altura azotaron la costa de Coquimbo y destruyeron la caleta de pescadores -que había resultado dañada por los temporales de comienzos de agosto- y gran parte de la infraestructura turística del puerto. Los daños se extendían desde el límite con La Serena hasta el terminal portuario, en un tramo de 5 kilómetros.
“Lo perdí todo; al menos $3 millones en mercadería, más la infraestructura”, señaló Clara Probst, quien está sentada sobre lo que quedaba de su carro de comida, en la caleta Peñuelas, al norte de Coquimbo.
En las últimas semanas, el barrio comercial de Baquedano, ubicado entre la costanera de Coquimbo y la caleta, había iniciado un trabajo con el municipio para enfrentar la delincuencia y mejorar el sector.
Fue precisamente en esa zona donde se registraron los mayores daños. El maremoto destruyó casas, talleres mecánicos y galpones; desplazó vehículos, buses y camiones, e inhabilitó redes de agua potable y tendido eléctrico. Entre ellos, la mueblería Vikings, propiedad de los miembros de grupo de cumbia “Los Viking’s 5”.
Ayer, el ministro del Interior, Jorge Burgos, informó que se decretó estado de excepción constitucional para la Región de Coquimbo y que el control de la seguridad en la zona estará a cargo del general de brigada Schafick Nazar Lázaro, comandante en jefe de la II División Motorizada del Ejército.
Vivienda dará tarjeta para compra de materiales y subsidiosPese a la intensidad y duración del terremoto en la Región de Coquimbo, ayer las autoridades no constataron mayores daños en las viviendas ubicadas en las capitales comunales de Illapel y Canela Baja (una revisión de sectores rurales de esas comunas se realizaría hoy). La ministra de Vivienda, Paulina Saball, anunció que los equipos de la Seremi y del Serviu regional elaboran un catastro con las viviendas según su nivel de daño para luego definir los instrumentos a utilizar para el plan de reconstrucción.
De todas maneras, adelantó que se entregará una tarjeta para compra de materiales en casos en que los daños se solucionan con reparaciones que los propios moradores pueden realizar como cambio de vidrios rotos. Asimismo, se busca impulsar la entrega de subsidios de reparación. Saball dijo que este terremoto mostró la necesidad de impulsar un programa mixto, en que participarán fondos del Ministerio de Economía, para viviendas con usos residenciales y comerciales a la vez, como las ubicadas en Illapel y Tongoy.