Las proyecciones no cumplidas sobre el cambio climático
Por Cristina Espinoza, La Tercera.
No todos los pronósticos que ha entregado el IPCC se han cumplido al pie de la letra, lo que ha sido tomado por los negacionistas para desacreditarlo. Estos errores tienen una explicación científica.
Cuando se habla de cambio climático, la población se divide entre quienes sostienen que estamos viviendo el fenómeno y otros que lo niegan. Pero cuando se trata de la comunidad científica, el 97% de las investigaciones ligadas al clima y las ciencias atmosféricas indican que el fenómeno existe, es causado por el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) liberadas por el hombre, y proyectan que hacia mediados y fines de este siglo, las condiciones climáticas en distintas zonas del mundo cambiarán.
Sin embargo, quienes apoyan al 3% contrario hacen igual o más ruido que la mayoría, generalmente financiados por grandes industrias, según han denunciado ONG como Greenpeace. Organizaciones como Heartland o Cato Institute, además del blog Climate Depot, se han encargado de difundir lo que llaman fallas en las proyecciones sobre el fenómeno, entre ellas, la ralentización en el ritmo del aumento de la temperatura, que no ha sido de 0,2 °C por década en los últimos 15 años, como se había proyectado, fenómeno conocido como “hiato”.
En 2007, el cuarto reporte del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), indicó que en los siguientes veinte años, se esperaba un calentamiento de cerca de 0,2 °C por década, proyectado según crecieran las emisiones de GEI. “Incluso si las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles han sido mantenidas constantes a los niveles del año 2000, se esperaría un calentamiento superior a 0,1 °C por década”, dice el documento.
No obstante, para el siguiente reporte, en 2013, el Panel señaló que la temperatura del planeta subió 0,05 °C por década en el periodo 1998-2012.
Michael Oppenheimer, profesor de geociencias de la U. de Princeton, dice a La Tercera que los 0,2 °C por década ocurrieron por un periodo. “Entonces una ralentización podría (o no) haber ocurrido. El llamado, más bien, controversial hiato”, indica (ver recuadro).
En 1990, Oppenheimer dijo que para 1995 el efecto invernadero desolaría las zonas centrales de América del Norte y Eurasia con horribles sequías, causando la pérdida de cosechas y disturbios por alimentos, entre otras situaciones. Su opinión, parte del libroDead Heat, es una de las que los negacionistas utilizan para desacreditar las proyecciones.
Oppenheimer aclara ahora que ese extracto era una predicción, no una proyección. “Fue descrito como ‘ficticio’, una de muchas posibles consecuencias del cambio climático, diseñadas para ilustrar las posibilidades. El libro, escrito por mí y Robert Boyle, dice específicamente esto y afirma que cada uno de estos elementos individuales puede suceder en algún momento en el futuro. Vale la pena señalar que gran parte de lo que se presentó en el libro en el escenario ficticio ya ha sucedido, otras no, y muchas cosas que nunca imaginamos que sucederían, de hecho, ya han sucedido. Si hay algo fuera de la base de la línea de la historia son las fechas, no los tipos de ocurrencias”, dice.
“Los impactos del cambio climático están ocurriendo todo el tiempo”, agrega Dennis Hartmann, investigador de la U. de Washington y también parte del panel. La tasa de declinación del hielo en el Ártico, por ejemplo, ha sido más rápida que lo predicho. “Los ecosistemas se están moviendo, el nivel del mar está subiendo. Está sucediendo. Las predicciones del cambio climático siempre han proyectado posibilidades menores, moderadas y extremas. Que una posibilidad extrema no haya ocurrido aún no significa que el calentamiento global inducido por el hombre no esté sucediendo, y que aún sea posible que esos eventos extremos vayan a suceder”, plantea.
En 2007, el entonces líder del IPCC, Rajendra Pachauri, señaló que lo que se hiciera en los siguientes dos a tres años determinaría el futuro del planeta. “Este el momento de la definición” y “si no hay acción antes de 2012, entonces es demasiado tarde”, estuvieron entre sus frases.
Pero los líderes del mundo aún no se ponen de acuerdo en un protocolo para bajar las emisiones, a pesar de que frases similares sobre plazos han aparecido previas a sus reuniones. En 2009, Gordon Brown, ex Primer Ministro británico, dijo que los líderes mundiales contaban con 50 días para salvar la Tierra del calentamiento global.
A fin de año, en París, esos líderes se reunirán nuevamente para acordar un nuevo pacto que frene las emisiones de CO2, que siguen al alza. ¿Es tarde para hacer algo? Hartmann, dice que no, pero que hay que apurarse.
Uno de los escenarios de disminución de emisiones propuestos por el IPCC (el RCP 2.5) mantendría el calentamiento bajo los 2 °C, fijado como límite para evitar catástrofes mayores.
“Para ello sería necesario una rápida reducción de las emisiones de CO2, y el proceso de negociación internacional está lejos de hacer eso, así que parece que nos dirigimos hacia un mayor calentamiento”, sostiene el científico.
Cuanto más tardemos, más difícil es mantener el calentamiento bajo un umbral fijo. “Una de las razones por las que 2 °C fue elegido como ‘peligroso’ es que los glaciólogos creen que con un nivel de calentamiento superior, la capa de hielo de Groenlandia probablemente se derretiría en los próximos cien años. El derretimiento elevaría el nivel del mar por alrededor de siete metros. Pero hay muchas otras cosas perturbadoras que comienzan a suceder cuando el calentamiento supera los 2 °C”, concluye Hartmann.
Científicos dicen que no existe una pausa en el calentamiento global
Anthony Argüez, científico del clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) de Estados Unidos, dice que hay que ser cuidadosos al considerar tendencias de periodos cortos de tiempo, como la de 1998-2012. “Uno podría esperar que la tendencia varíe en periodos cortos de 10-15 años, pero las tendencias de largo plazo aún permanecen alrededor de 0,16-0,17 °C por década desde 1976”, explica. “Notablemente, el registro o condiciones cálidas cercanas registradas han persistido desde 2013, y 2015 está a un paso de reemplazar a 2014 como el año más cálido del registro. Esto sugiere que 1998-2012 no fue un periodo representativo de la tendencia a largo plazo”, asegura.
Un estudio de Argüez, junto a otros investigadores del Noaa, determinó que entre 1950 y 1999 la temperatura subió 0,113 °C por década, de acuerdo a registros atmosféricos y marinos, mientras que entre 1998 y 2014 lo hizo 0,106 °C. Los investigadores concluyeron en el informe que el llamado hiato no existiría.
Cifras similares menciona Piers Forster, investigador de la U. de Leeds, en el Reino Unido, y uno de los autores del IPCC.
“Desde 1950, (el planeta) se ha calentado en promedio alrededor de 0,15 °C por década, en línea con las afirmaciones del IPCC. En algunas décadas el calentamiento es más fuerte y en algunas más débil. En los últimos 15 años ha sido más débil. Esto puede ser explicado por un periodo de fases de (el fenómeno de) El Niño débiles y otros ciclos de los océanos Pacífico y Atlántico. Este año podemos esperar un Niño fuerte y retornar al calentamiento fuerte”, dice el investigador de la U. de Leeds.