Oficio de repartidor a domicilio se reinventa con jóvenes que llevan encargos en bicicleta
Por Ignacia Godoy M., El Mercurio.
Realizan entre 150 y 400 viajes mensuales:
“Bicimensajeros” y “Jano la lleva” son dos negocios de emprendedores que sobre las dos ruedas trasladan desde regalos para ocasiones especiales hasta muebles para el hogar.
Sebastián Oyarzo (27) llevaba siete años usando la bicicleta como medio de transporte, y decidió hacer de ello su oficio. En 2013 dejó su trabajo de cajero para crear un emprendimiento, y así nació “Bicimensajeros”, un servicio de encargo que traslada “cualquier cosa que quepa en nuestra bici de carga, hasta 100 kilos”, según su dueño, y que desde entonces no ha hecho más que crecer.
Porque aunque los repartidores a domicilio no son algo nuevo, normalmente quienes están en el negocio se movilizan en motocicletas o camiones cuando se trata de trasladar grandes paquetes. Pero hacerlo en bicicleta es algo que llama la atención no solo porque estas muchas veces deben ser adaptadas para llevar los encargos, sino también por su velocidad. La tracción humana puede parecer más lenta, pero según los repartidores, tienen la ventaja de no quedar estancados en los tacos, lo que los hace igual de competitivos que empresas que usan otros medios de transporte.
En “Bicimensajeros” cubren las comunas de Santiago, Providencia, Las Condes, Vitacura, Recoleta, La Reina, Ñuñoa y Peñalolén. Se publicitan en internet, y entre sus servicios están las “misiones personales” -que funcionan de acuerdo a llamados telefónicos, y hasta incluye ir a buscar cosas olvidadas por sus dueños en la casa- y las comerciales, con encargos fijos para algunos negocios, como panaderías, a las que les llevan sus productos todas las mañanas. Mensualmente realizan un promedio de 400 viajes entre las 9:00 y las 19:00 horas.
En el mismo rubro, otro pionero es Alejandro Oyarce (37). En 2013 trabajaba como cajero, y siempre se movilizaba en bicicleta, hasta que decidió trabajar con ella. Así, creó “Jano la lleva”, otro sistema de reparto a domicilio que se hace pedaleando.
Empezó con su bicicleta y una alforja para llevar lo que le pidieran. El inicio fue lento, y hasta pensó en desechar la idea, pero de a poco comenzó a tomar vuelo. “Ahora, si tengo una sola entrega diaria, es una jornada muy mala”, cuenta, y recuerda que para el pasado Día del Padre estuvo repartiendo regalos hasta las 23:00 horas.
Para hacer el sistema más eficiente, dividió el Gran Santiago en cuatro zonas, y desde su casa en La Florida comenzó a calcular las distancias. El lugar hacia donde realiza más servicios es la comuna de Lo Barnechea, pero también tiene mucha demanda en Providencia y Ñuñoa.
En ambas empresas los precios del servicio dependen del trayecto a recorrer, pero en promedio bordean los $4 mil. Se contactan vía telefónica, y según la distancia, la demora de entrega del encargo es de entre 15 y 30 minutos. Al llegar a destino, se ahorran el problema de encontrar estacionamiento, y además no contaminan.
Todo terrenoCarros. Para paquetes de mayor tamaño existen bicicletas especiales o carros de carga que se les añaden a las tradicionales.
Protecciones. Cascos, reflectores y guantes son los elementos de seguridad indispensables para estos trabajadores.
Ventajas. Encontrar estacionamiento o los tacos no son un problema mayor para ellos.