Problemas viales y daños en el hospital impiden vuelta a la normalidad en Coquimbo
Por Juan Castellón San Martín, El Mercurio.
En nueve días, Ejército dejará habilitado un policlínico para evitar la congestión de las consultas:
General a cargo del estado de excepción, Shafick Nazal, estima que la remoción de escombros tiene un 90% de avance en Peñuelas y en torno a un 60% en Baquedano.
En su primer día “hábil” tras el término del feriado de Fiestas Patrias, la Región de Coquimbo intentaba ayer volver a la normalidad luego del terremoto de 8,4° Richter y el posterior maremoto que azotó particularmente al puerto del mismo nombre.
Los daños en la infraestructura pública, colegios, recintos asistenciales y caminos, además de la interrupción en los servicios básicos de agua y luz, han impedido la normalidad en las zonas afectadas.
En Coquimbo, el hospital San Pablo se ha convertido en el centro de las preocupaciones. Los daños en una torre que data de 1974 provocaron la pérdida de 30 camas y las unidades de Cuidado y de Tratamiento Intensivo (UCI y UTI). Mientras los pacientes han sido trasladados a otros recintos, quienes allí trabajan se muestran inseguros de continuar en el lugar.
El general a cargo del estado de excepción en la región, Shafick Nazal, afirma que el objetivo más inmediato es “traer el hospital de campaña del Ejército para solucionar la congestión. El hospital tiene que configurarse y mañana (hoy) llegan justamente las personas para ver dónde va a quedar”. La idea es que en nueve días esté operativo.
Otro problema es la conectividad vial. La costanera que une La Serena y Coquimbo, por ejemplo, quedó cortada en tres partes, desde el sector de Peñuelas hasta el puerto, debido al avance de las olas, y genera una congestión vehicular en la Ruta 5, el único eje estructurante entre ambas.
Y hacia el interior, se trabaja en despejar 22 rutas en las que hubo desprendimiento de rocas, labores en las que incluso se podrían utilizar explosivos.
El alto oficial afirma que en este último caso el 80% estará solucionado esta semana, pero que una solución definitiva para el camino costero tomará al menos unos seis meses. “Eso no significa que la conectividad esté perdida”, precisa, puesto que en los sectores más conflictivos hay una pista habilitada para el tránsito de los vehículos.
En cuanto a las clases, estas siguen suspendidas en 36 colegios producto de los daños causados por el sismo. Según Nazal, hoy estarán operativas las aulas del 90% de los establecimientos educacionales de la IV Región y se repondrá el 95% del suministro eléctrico y de agua potable.
El general estima que la remoción de escombros tiene un avance de 90% en Peñuelas y en torno a un 60% en Baquedano.
Pero así como gran parte del comercio, bancos y restaurantes volvieron a abrir, en el sector Baquedano 300 locales -entre restaurantes, pequeños negocios y talleres mecánicos- no pudieron hacerlo porque el mar arrasó con ellos. Otros 40 fueron destruidos en Peñuelas y Tongoy. Para ayudarlos a recuperarse, la Presidenta Bachelet anunció ayer una serie de bonos (ver recuadro) y el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, comprometió fondos para reponer la plaza de Tongoy las luminarias de Baquedano.
Paralelamente, la tripulación del “Sargento Aldea” trabajó en el retiro de embarcaciones varadas en las calles del puerto, mientras que aquellas aún en buenas condiciones fueron llevadas hasta el borde costero para devolverlas al mar.
Seis meses tardará unir la costanera de Coquimbo y la Av. Del Mar de La Serena.
90% del total de los colegios de la Región de Coquimbo estará hoy en funciones.
Siete días sin luz llevan los pobladores del sector de Baquedano, el más afectado en Coquimbo.
Hasta $1 millón para afectados
El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, y la titular del Trabajo, Ximena Rincón, explicaron ayer en Coquimbo el anuncio que horas antes realizara la Presidenta Michelle Bachelet sobre la entrega de una serie de bonos para los damnificados, que fluctúan entre $200 mil y $1 millón. “Sabemos que cualquier medida no compensa las pérdidas que sufrieron durante esta nueva catástrofe natural”, indicó la Mandataria tras presidir el comité político en La Moneda.
En la IV Región se entregará un bono desde $600 mil a $1 millón a las familias afectadas por el tsunami para adquirir bienes básicos. A los perjudicados por el terremoto, debido a daños en sus viviendas, se entregarán $200 mil por tres meses.
Se facilitarán contribuciones a la contratación de la mano de obra, equivalentes a subsidios por el 80% del ingreso mínimo por tres meses, extensible al 60% entre el 4° y 6° mes de empleabilidad.
En la V Región, el monto de los subsidios a los emprendedores turísticos de Concón -afectados por el maremoto- variará entre los $6 millones y $20 millones, sin devolución, y créditos para que repongan sus locales. En esa zona resultaron destruidos cuatro restaurantes, un hotel y 16 escuelas de surf. Para los puestos de artesanía se repartirán entre 500 y 600 mil pesos.