Terremoto suma 545 réplicas, las que se prolongarán un año
Por C. Espinoza, P. Sepúlveda y C. Yáñez, La Tercera.
La registrada ayer a las 14.39 es la cuarta de mayor magnitud desde el terremoto del pasado 16 de septiembre.
Sólo dos minutos duró el megasismo de magnitud 8,8, del 27 de febrero de 2010, pero sus réplicas superaron las 10 mil, dos mil de ellas perceptibles. En el caso del terremoto del pasado miércoles 16 de septiembre, de magnitud 8,4, las réplicas llegaban a 545 hasta las 17.00 horas de ayer, y continuarán por cerca de un año, dicen los expertos. Las réplicas de magnitud sobre 6 percibidas ayer son parte de lo “esperable”, después del sismo principal, aclara el director del Centro Sismológico Nacional (CSN), Sergio Barrientos, incluso podrían haber de magnitud superior.
“Para un terremoto de magnitud 8,4 es esperable que ocurran este tipo de réplicas. Es razonable que se den varios temblores de magnitud mayor que 6”, dice el sismólogo.
Las réplicas son sismos de menor intensidad que ocurren en la misma zona de ruptura de un movimiento telúrico mayor, y se producen porque la corteza terrestre continúa adaptándose en las inmediaciones de la falla, explica Rodrigo Cienfuegos, director del Centro de Investigación UC para la Gestión Integrada de Desastres (Cigiden). “Las réplicas pueden llegar a niveles de 6 a 6,5 Mw. Actualmente estamos en una situación similar a lo que ocurrió en 2010, pero hay una percepción de que ahora es más frecuente”, aclara.
Barrientos explica que los grandes terremotos responden a la llamada Ley de Gutenberg-Richter (fórmula para cuantificar la relación frecuencia-magnitud de la actividad sísmica), que señala que por cada sismo habrá otros diez de magnitud un grado menor. En este caso, tras el terremoto de 8,4, es esperable que se produzca una decena réplicas sobre 7, “y muchos sobre 6”, dice Barrientos.
La réplica más importante hasta ahora se produjo 22 minutos después del terremoto y alcanzó 7,6 Mw (ver recuadro). En 2010, tras el terremoto del 27/F, la réplica más importante se produjo cerca de dos horas post evento, y alcanzó 7,4 Mw. El jefe del CSN señala que aún no han podido finalizar los análisis para determinar las diferencias entre ambos terremotos, ni tampoco las particularidades del último.
Los movimientos posteriores al terremoto principal consideradas réplicas están ubicadas en un zona de 250 kilómetros de longitud y entre 100 y 150 kilómetros de ancho (norte de Coquimbo, sur de La Ligua, aproximadamente). Toda el área es susceptible de seguir reacomodándose, pero también la zona aledaña (un poco al norte o al sur) acumula más tensión, por lo que aumenta la posibilidad de que ocurra un movimiento si es que hubiese estado gestando uno, como sucedió en 1960, cuando un sismo de magnitud 8 desencadenó el de 9,5 en Valdivia al día siguiente. “Sin embargo, la mayoría de los terremotos en Chile ocurre de manera independiente”, explica Barrientos. “Uno esperaría que, estadísticamente, este terremoto no gatille otros inmediatamente al lado, pero puede suceder. Sabemos que el segmento está cargado, pero en el norte el movimiento más importante fue en 1922 y hacia el sur, en 1985”.
Qué ocurre en el mar
De acuerdo a Cienfuegos, aún puede haber sismos capaces de generar tsunamis. “Las replicas pueden generar pequeños movimientos en la superficie del mar. Los eventos que sobrepasan los 7,5 de magnitud pueden generan tsunamis. Cuando están cercanos a 8 ya pueden haber manifestaciones de daño”, sostiene.
Desde el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) indican que ninguna de las réplicas percibidas hasta ahora han generado variaciones en el nivel del mar, lo que está siendo permanentemente monitoreado y anunciado en boletines posteriores a sismos sobre 5 Mw.
Réplicas del 27/F
Barrientos explica que la zona afectada por el terremoto de 2010 ha recuperado su nivel previo al movimiento, siendo en la actualidad muy similar a lo que había antes del sismo. “Uno podría considerar que el periodo de replica ha finalizado, sin embargo, puede que en algún momento vaya a seguir ocurriendo temblores en esa región, lo que podría interpretarse como réplicas tardías o reacomodo de las tensiones, pero cada vez son menores”, asegura.