Tsunami hizo desaparecer la popular playa Socos de Tongoy
Por Marjory Miranda, La Tercera.
Desde el terremoto, la orilla del mar avanzó al menos un kilómetro hacia el continente y no ha retrocedido.
“Yo crié a mis hijos acá en la playa, todos los veranos pedíamos permiso para ponernos y arrendar quitasoles o vender artesanías. Hasta que nos pusimos con un puestito hace 15 años, y ahora hija, se fue todo. Ni playa queda”, cuenta María Valdivia, quien lleva más de 40 años viviendo en Tongoy, balneario ubicado a 56,6 kilómetros al sur de La Serena.
María relata su experiencia mirando el horizonte de lo que, hasta antes del terremoto 8,4 grados Richter del pasado 16 de septiembre, y posterior tsunami, era la playa Socos. En la zona añade la mujer “se instalaban todos los veraneantes, con sus cosas y hasta carpas, eso era todos los años, y ahora en el mismo lugar hay pura agua. Es una pena ver esto, porque era parte de la historia de nosotros, si fueron cinco olas las que entraron a Tongoy”.
En esta localidad, el tsunami afectó mayoritariamente al comercio y locatarios de la costanera que da hacia el norte, y a una semana del sismo la mayoría de las calles están despejadas, aún queda maquinaria que trabaja retirando los escombros de casas, restaurantes y cocinerías destruidas. Pero la limpieza avanza gracias a los voluntarios universitarios que ayudan al personal del ejército en estas labores. También es posible divisar vecinos que llegan hasta la costa para verificar el avance de las aguas.
Efectos en el comercio
Muchas de estas personas sacan fotografías para compararlas con lo que era antes la playa Socos. Uno de ellos es Rafael Barrios, quien asegura que “esto sin duda va a afectar el verano en Tongoy. Dicen que en cuatro meses el mar podría volver a su sitio, pero yo creo que no, porque se juntó con el río que había acá y pareciera que no se va a mover más”.
Barrios asegura que cuando hubo marejadas “hace unos meses también se llenó esta parte (playa) con el agua, pero cuando se terminó volvió la arena. Habrá que ver qué pasa ahora, pero ya lleva casi una semana (hasta ayer) y nada”.
La familia de Manuel Valdivia es dueña de la Hostería Tongoy Costa, que desde hace 60 años funciona justo frente a la ex playa Socos. Su inmueble sufrió el ingreso del mar en el primer piso, y aunque no tiene daño estructural, asegura que están pensando en cerrarlo.
“Tenemos un problema con el gas, la instalación está cerca de la piscina y ahí llegó toda el agua y por seguridad está cerrado, pero aún no hemos cuantificado las pérdidas. Si me comparo con el resto, lo nuestro es más estético, pero yo creo que el cambio en la playa va a tener un efecto en el comercio, sobre todo para el verano. Vamos a ver qué hacemos, incluso estamos viendo si mantenernos o irnos porque, además, desde hace varios años ha bajado el turismo en Tongoy”, relata el empresario.
Una preocupación que también tiene Nora Acevedo, quien vive en Tongoy desde hace 20 años y que es dependiente de la frutería “La Veguita”, ubicada frente a la plaza de la costanera. El local fue cerrado por riesgo de derrumbe, según advierte un improvisado cartel que instalaron en la puerta. “No podemos entrar y no sé hasta cuándo va a estar así. Yo trabajo hace 11 años ahí porque mantengo a mis tres hijos sola y ahora no tengo trabajo, no sé qué hacer. Lo único que espero es que nos ayuden pronto”, dijo Acevedo.
María Valdivia quien recordaba cómo era la playa hasta antes del terremoto, perdió toda la mercadería de su quiosco de artesanías de combarbalitas que tenía en la costanera y agrega que “no sabemos cómo nos vamos a recuperar, porque además de lo que se lleva el mar hay gente mala que nos roba lo poco que nos quedó. Yo tenía un colgante de conchas de ostiones que era lo único que se mantuvo, lo quería dejar de recuerdo, y ya me lo llevaron”.