Los antecedentes históricos que Bolivia acusa como promesas incumplidas de Chile
Según sus argumentos, desde 1884 que Chile promete buscar una salida al Pacífico.
En su memoria presentada ante la Corte de La Haya y en los alegatos orales de mayo pasado, el gobierno boliviano ha enfatizado sobre la existencia de antecedentes históricos que, a su juicio, acreditan que distintos gobernantes de Chile se han comprometido brindarle una salida soberana al mar.
“Se trata de dar validez jurídica exigible a los numerosos compromisos formalmente asumidos por Chile a lo largo de la historia, para resolver el enclaustramiento geográfico de Bolivia”, dijo en su alegato del 6 de mayo, una de las juristas que representó a Bolivia ante la corte, Monique Chemillier-Gendreau.
Según detalló la abogada, y también el agente boliviano, Eduardo Rodríguez Veltzé, en al menos siete momentos de relación bilateral se establecieron compromisos de parte de Santiago para avanzar en las negociaciones.
De hecho, tanto en entrevistas, como en la misma Corte, las autoridades bolivianas han citado, a modo de ejemplo, las palabras del ex Presidente chileno Domingo Santa María en 1884: “No podemos sofocar a Bolivia”.
La cita, ampliamente difundida, además detalla la manera cómo entregarle mar a Bolivia: “De alguna manera debemos brindarle su propio puerto, una puerta de entrada para poder llegar a su territorio tierra adentro, de forma segura, sin tener que estar pidiendo permiso”, dice.
Según las argumentaciones del gobierno de Evo Morales, esta premisa advertida por Santa María, no se eliminaría con posterior firma del tratado de 1904. Incluso, dice Rodríguez ante el tribunal, “en los años siguientes, la promesa de negociar el acceso con plena soberanía de Bolivia al mar fue manifestada en diversos compromisos jurídicos”, dice.
Detallan eventos donde se incluye un acta del 10 de enero de 1920 enviada por el embajador de Chile en Bolivia, Emilio Bello Codesido, al canciller boliviano. En esta le dice: “Dejando establecido que existía el mayor deseo de procurar un acuerdo que le permitiera obtener una salida al mar, independientemente del Tratado de 1904”.
Bolivia incluye también un memorándum del canciller Jorge Matte, presentado el 4 de diciembre de 1926. Este decía que existía “disposición de concederle una faja de territorio y un puerto a la nación boliviana una vez que la posesión definitiva de Tacna y Arica fuera definida”.
La defensa paceña también destaca un intercambio de notas de 1950 y otro memorándum de 1961. Sin embargo, la declaración de Charaña de 1975 – y las conversaciones iniciadas por Augusto Pinochet y Hugo Banzer para construir un corredor al norte de Arica- es mencionada por Bolivia como una de las demostraciones más nítidas que sustentarían el argumento de las promesas incumplidas de Chile para negociar una salida soberana al mar
Pese a que dicho corredor no se concretó, el episodio es utilizado por Bolivia para sustentar su demanda.