Escasez de suelos impulsa auge de supermercados subterráneos
Por Lucía Adriasola C., El Mercurio.
Tendencia data de 1930 en EE.UU. En Chile aparecieron primeros casos en los 60:
Inmobiliarias han diversificado sus ofertas y hoy no solo construyen edificios de viviendas, sino que también incorporan sectores para arriendo de servicios que van en beneficio de los residentes.
Con el crecimiento de la ciudad y la escasez del suelo urbano, empresas inmobiliarias han debido diversificar su oferta. Para captar buenos y atractivos paños para construir, muchas han comprado supermercados para levantar grandes torres. Sin embargo, estos comercios no desaparecen. Una vez construidos los edificios, estos servicios se emplazan en el subsuelo de las construcciones, tendencia que por el último tiempo va al alza.
Sin ir más lejos, en la esquina de Alférez Real con Manuel Montt, en Providencia, la Inmobiliaria Inconac levantó una torre de 10 pisos y en el subsuelo se instaló el mismo supermercado que desde hace décadas se emplaza en esa misma intersección y que debió ser demolido para construir departamentos.
Según reconoce el urbanista y académico de la Universidad Católica Luis Eduardo Bresciani, esta tendencia es antigua a nivel mundial; sin embargo, en el país recién comienza a ser explorada. ¿Por qué? “Debido a limitaciones normativas y a la atomización del mercado inmobiliario. Pero si la integración, la diversidad de actividades y personas es una condición para tener ciudades de calidad, deberíamos fomentar y facilitar esta tendencia”, advierte el experto.
Esta modalidad data desde hace por lo menos 80 años, cuando en Nueva York se comenzaron a construir los primeros edificios que no solo contemplaban viviendas u oficinas: mezclaban ambas, y hasta incluían espacios para desarrollar comercio u ofrecer distintos servicios.
En Santiago esto se puede apreciar desde la década de 1960, pero últimamente se pueden encontrar múltiples ejemplos: en Los Dominicos (Las Condes), en Ñuñoa, en Santiago o Providencia. El que surja en estas comunas, según explica Bresciani, no es algo al azar.
“Esto no funciona en las periferias de las ciudades, pero sí ocurre intensamente en la mayoría de los centros urbanos; es decir, donde se produce alta densidad producto de la necesidad de combinar distintos tipos de usos de suelo en un mismo lugar”, explica el urbanista.
Por lo mismo, esta es una tendencia que debería ir en aumento, pues, según señala Bresciani, habrá una necesidad por satisfacer demandas en los distintos centros urbanos.
“Esto es muy deseable para una ciudad desarrollada. Los mejores barrios y ciudades del mundo son aquellas que gozan de un alto nivel de integración de actividades y un alto nivel de integración social. Lo poco deseable es la construcción de zonas exclusivas, que solo se dedican a un tipo de actividad. Lo esperado es esta mezcla”, dice Bresciani.
Otros casosAusencia de suelo: En 2011, la Municipalidad de Ñuñoa inició la construcción de un boulevard subterráneo en el sector donde se emplaza el palacio consistorial. Debido a que los vecinos del sector protegen la popular Plaza Ñuñoa, la administración optó por conservar el área verde y desarrollar un nuevo espacio de entretenimiento allí, sin ocasionar una grave alteración del espacio.