Solo once comunas concentran el 80% de los recintos de salud privados del Gran Santiago
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
En el sector centro-oriente de la capital:
Providencia es el municipio con más establecimientos, mientras que las que menos poseen son Cerrillos y Cerro Navia.
En los últimos años los prestadores privados de salud vivieron un crecimiento importante, especialmente en la capital. Solo en 2014 aumentaron su número de camas 14%, de la mano de proyectos de expansión de recintos como clínicas Las Condes y Alemana, y con la apertura de nuevos centros, como es el caso de la Clínica de la U. de los Andes.
Eso ha hecho que la cantidad de recintos públicos y privados se tienda a igualar. Según la lista de establecimientos que mantiene el Ministerio de Salud, de los 582 que existen hoy en el Gran Santiago ya el 40% corresponde a prestadores privados.
Claro que la distribución geográfica de los centros de salud no es homogénea. La oferta privada se concentra principalmente en la zona centro-oriente de la capital y, de hecho, once comunas agrupan el 80% de esos recintos (ver info).
Mientras, por el lado del sector público, hay más consultorios y hospitales en el área sur-poniente del Gran Santiago y diez comunas -que corresponden a las más grandes y con mayor población, factor que es considerado al momento de instalar un recinto- concentran la mitad de los establecimientos.
Es así como se van generando diferencias. Por ejemplo, la comuna que más oferta de establecimientos de salud públicos y privados tiene es Providencia (con 62), mientras que las que menos poseen son Cerrillos y Cerro Navia (con seis recintos cada una).
Óscar Arteaga, director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, explica que en el caso de la infraestructura pública de salud “se hacen estudios preinversionales en los que se cotejan las necesidades con la oferta disponible. La instalación de un recinto siempre es el resultado de una evaluación social en un proceso que está absolutamente reglamentado”.
Criterios de instalación
Pero en el caso de los privados, Arteaga sostiene que estos “se instalan dependiendo de la demanda” y por eso, a su juicio, no es raro que, por ejemplo, en Vitacura exista seis veces más oferta privada que pública, en Las Condes cinco y en Providencia tres, sector donde se concentra la mayor cantidad de afiliados a isapres.
Por el contrario, hay seis comunas donde no hay prestadores privados (Cerro Navia, La Granja, Lo Prado, Pedro Aguirre Cerda, Renca y San Ramón) y los pacientes lo resienten.
“Uno podría juntar la plata, comprar un bono y atenderse en otro lado para no esperar tanto que lo atienda un especialista, pero aquí cerca no hay nada. Hay gente que hace el esfuerzo y va a otros lados, pero cuando uno tiene más años o tiene problemas para moverse, es mucho más complicado”, dice Lila Martínez, paciente del consultorio Dr. Arturo Albertz, de Cerro Navia.
De todas maneras, Ana María Albornoz, gerenta de Clínicas de Chile -agrupación gremial que reúne a los prestadores más importantes del país-, asegura que “lo relevante es considerar que estamos en comunas de alta conectividad y fácil acceso, en las que las personas trabajan, estudian o se mueven”.
Ejemplo de ello, dice es que “estamos en Providencia porque por allí circula un millón de personas por día. Estamos en Santiago porque por allí transitan día a día 1,8 millones de personas, y así en muchas comunas más. En algunas, donde no hay clínicas para hospitalización sí hay centros médicos, laboratorios y centros de imágenes que dan servicio a la demanda inmediata de las personas”.
Para Arteaga, en cambio, “el problema no pasa por aumentar la presencia privada, sino por mejorar lo público”.
La dura realidad que enfrentan las regiones: la distribución de los recintos es más desigualLa concentración de los establecimientos de salud no solo se da en la capital; es más notoria todavía en regiones. Por ejemplo, dentro del Gran Valparaíso, la cantidad de recintos en Valparaíso y Viña del Mar más que duplican a los que hay en sus vecinas Quilpué, Villa Alemana y Concón. Y si se mira solo la oferta privada, en esos dos municipios funcionan 42 de los 46 establecimientos.
La situación se repite en el Gran Concepción, Región del Biobío. De los 98 establecimientos que hay en total, 59 están en Concepción y, de ellos, 40 son clínicas o centros médicos. Mientras, Hualqui, Lota y Tomé no cuentan con establecimientos privados. “Hay regiones donde los privados no tienen presencia alguna y toda la resolución de problemas de Salud está en manos del sector público, por eso urge mejorar los déficits de especialistas y de camas”, asegura Óscar Arteaga, de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile.