Subsidio espejo del Transantiago: no más de un tercio se invierte en transporte regional
Por Manuel Valencia y Equipo de Regiones, El Mercurio.
Gobierno aspira a incrementar cobertura del beneficio con nueva subvención que se discute en el Congreso
De los $428.891 millones, $286.363 millones se destinan a obras que ejecutan los gobiernos regionales. El resto ($142.528 millones) financia principalmente rebajas de tarifas y servicios de conectividad en zonas aisladas.
Rodrigo Soza (35) trabaja en una viña y vive en Codpa, poblado con un poco más de un centenar de habitantes permanentes ubicado en medio de la quebrada del mismo nombre, 113 kilómetros al sureste de la ciudad de Arica y a casi 2 mil metros de altitud. Él es experto en Pintatani, un vino local que se produce con una cepa que llegó a la zona hace más de 400 años. “Si no fuera por el bus rural que llega desde Arica, dependeríamos de tener un vehículo o que te lleve algún vecino (…). Si el viaje es directo, uno demora como una hora y media en llegar. Aquí todo es desierto y no es cosa de hacer dedo como en el sur”, explica.
Soza es uno de los más de 700 habitantes de la comuna de Camarones beneficiados con un servicio de buses rurales que reciben fondos en Arica por la Ley del Transantiago. Además de ellos, muchos chilenos han logrado “conectarse” mejor con el resto del país debido a la rebajas de tarifas, la modernización de flota o la disposición de nuevos servicios que se financian con los llamados “subsidios espejo” del Transantiago: los recursos que, en teoría, replican los entregados cada año al sistema de transporte público capitalino.
El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, explica que el subsidio espejo “es un cambio enorme para las personas que habitan esas zonas, al igual que para quieren requieren subsidios aéreos o los que se entregan a las barcazas. De no existir esos servicios subsidiados, no habría conectividad en muchas islas ni entre muchas partes del territorio chilenos”.
Añade que con los recursos del subsidio que se discute en el Congreso se buscará extender las rebajas a más servicios.
Estos recursos se crearon hace cinco años en la primera Ley de Subsidio del Transantiago. Desde entonces, financian la tarifa, construcción o funcionamiento de 4.546 servicios en el país.
En el presupuesto vigente de 2015, se contempla la inversión de $428.891 millones (lo mismo destinado a la subvención del Transantiago). De esos recursos, un tercio (33%) está destinado al Ministerio de Transportes ($142 mil millones). Con ese financiamiento, el Gobierno invierte principalmente en rebaja de tarifas, servicios de conectividad en zonas aisladas, transporte escolar y trenes, entre otros.
El grueso de los recursos, los restantes $286.363 millones, se transfieren a los gobiernos regionales a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y al Fondo de Apoyo Regional (FAR), creado en la actual Ley de Subsidio para focalizar el gasto en obras de transportes. Esos fondos, sin embargo, se invierten en obras que pueden estar o no asociadas al servicio de transporte, como la pavimentación de calles, señalizaciones y mejoras de infraestructura, entre otras.
Según explican desde el Ministerio de Transportes, incluso hay cerca de $140 mil millones dispuestos para el FAR en este año que no han podido invertirse, debido a que aún no se ha creado el reglamento que permite disponer de esos recursos (una instrucción definida en la actual Ley de Subsidio). Así -dicen- es probable que el presupuesto de este año, en esta línea, no se logre ejecutar del todo.
Entre los beneficios que genera el subsidio hay zonas que han logrado crear rutas turísticas o que podrán evitar un despoblamiento. También se ha reforzado la soberanía nacional. Es el caso de la barcaza que conectará la Carretera Austral con Puerto Natales y permitirá reforzar la conexión por Chile sin pasar por Argentina.
También destacan un servicio marítimo para transportar carga al archipiélago de Juan Fernández y la ruta bimodal en la Región de Los Lagos, que a través de un servicio de bus y barcaza conecta Puerto Montt y Chaitén, con dos viajes en barcaza por el tramo faltante de la Carretera Austral, entre Pichanco y Caleta Gonzalo.