La ofensiva patrimonial de Cartagena
Por Daniela Astudillo A., La Tercera.
El municipio busca comprar un sinnúmero de residencias de su “zona típica”, para refaccionarlas y potenciar el valor patrimonial e histórico de la comuna. Para ello gestiona fondos del BID. Se trata de casonas, pequeños castillos y hasta la fachada de la estación de trenes donde llegaba Vicente Huidobro.
Lo existe autoridad que no admita la herencia cultural y la sensibilidad de Cartagena”, dice un orgulloso residente, en rigor un peatón anónimo, que camina por esta comuna del litoral central. Otros, por esa misma vereda, lo refrendan. Pero también hay unanimidad al asumir que todo eso “es en el discurso”. Lo práctico, a decir de sus habitantes, pareciera demostrar más bien un “abandono patrimonial” de la ciudad, ubicada a hora y media de Santiago.
“Ahí está el problema”, es la frase que repite desde el alcalde hasta el transeúnte que habita en lo más empinado del cerro. “Estuvimos cerca de que una inmobiliaria se instalara acá, pero quedó en nada, todo termina en las otras comunas, aquí nadie invierte y hemos sido vistos como la playa pobre, cuando no es así. El Estado tiene una gran deuda con Cartagena, que tiene un enorme potencial cultural”, dice su alcalde, Rodrigo García.
Recorriendo el perímetro que abarca la zona típica de la comuna, declarada así en 1999 por el Consejo de Monumentos Nacionales, se aprecia el potencial urbano del que habla el edil. Casas que datan del siglo XIX, verdaderas joyas arquitectónicas, pero algunas muy dañadas.
Parte de este desgaste es lo que el municipio aspira a revertir, asumiendo la titularidad de estas viviendas patrimoniales. Según el Consejo de Monumentos, son cerca de 50 los inmuebles que se deben recuperar. La comuna maneja una cifra más alta.
“Nosotros levantamos un nuevo catastro, que reúne a cerca de 90 casas, de las cuales el 20% está en situación de abandono. Se nos ha hablado de recuperación de fachadas, cuando lo que necesitamos es reforzar las estructuras. Tenemos un patrimonio rico, pero sin inversión”, señala el asesor urbano del municipio, Rodrigo Villamandos.
Por eso, la estrategia ya está en desarrollo: tratar de comprarlas, para lo cual están avanzadas las conversaciones entre la subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) y el Banco Interamericano del Desarrollo (BID). “Se harán todos los esfuerzos para los compromisos de compra-venta, en los cuales se incluirá la mayor cantidad de obras postuladas”, precisó el jefe de la subdere de Valparaíso, Eduardo Pastén.
Hasta cinco generaciones de patronos han vivido en los inmuebles costeros del “Litoral de los Poetas”, como muchos le llaman a esta zona.
El empresario Omar Medina, por ejemplo, es uno de los residentes que actualmente negocia la venta de la morada “El Castillo”, que destaca por su torreón con vista al mar. A fines de este año espera cerrar el contrato de la compra, estimándose la negociación en cerca de $ 300 millones de pesos.
Un monto similar se conversa en la calle Alcalde Cartagena. Se trata de una casona de inspiración gótico victoriano de 1890, que sobresale con techos en forma de conos y que fue emplazada con paneles importados desde Francia. Ambas, junto a “La Casa Blanca”, del arquitecto Josué Smith (Club Hípico de Santiago) forman parte del “botín cultural” al que aspira el municipio.
En cuanto a la recepción de turistas, la energía se concentra en invierno. Para Omar Medina esto se explica porque “viene otro tipo de gente, en los veranos es un caos, hay personas que ni siquiera quieren identificarse”.
En estos días, la Subdere ajusta detalles sobre monto que recibirá del BID, para concretar las adquisiciones e iniciar el proceso de recuperación del barrio patrimonial.
Aunque el trámite puede tardar, la comuna espera inaugurar el próximo año una nueva fachada de la Estación Cartagena, que es un terminal de trenes, fundado en 1921 y declarado Monumento Histórico en 1994. Para ello ya se destinaron 250 millones de pesos. Así, la parada del poeta Vicente Huidobro y del Presidente Pedro Aguirre Cerda en sus veranos pretende convertirse en un nuevo centro cultural y comercial de Cartagena.