Santuario del cerro San Cristóbal estrena Camino de Siete Palabras
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
Rampa de 130 metros recrea con cruces pintadas las últimas expresiones de Jesús:
El rector del recinto, padre Carlos Godoy, espera que esta obra llegue hasta la cumbre, donde está la imagen de la Virgen.
Un camino con siete cruces, con las últimas palabras del Señor en la agonía en la cruz. La mirada se puede fijar en estas imágenes, con el telón de fondo de Santiago oriente, con la cordillera, el Costanera Center o la naturaleza del cerro San Cristóbal.
Esa es la magnífica vista que entrega el nuevo lugar de reflexión El Camino de las Siete Palabras, la rampa con la cual se accede al templo del Santuario de la Inmaculada Concepción del cerro San Cristóbal, recientemente bendecida por el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.
La obra es fruto de la Comisión Bicentenario del Arzobispado de Santiago, y consiste en una rampa que tiene una extensión de 130 metros que paulatinamente va subiendo siete metros de altura, de modo que la caminata no cansa, y por donde se van instalando las cruces con una de las siete palabras en la crucifixión.
La creación de este acceso estuvo a cargo de la oficina Iglesis Arquitectos. Según explica Jorge Iglesis, el origen de esta obra fue una aspiración del ex rector del santuario Rodrigo Tupper, “que tuvo el sueño de lograr el acceso de todos hasta la Virgen”.
El proyecto contó con la colaboración de la escuela de Arquitectura de la Universidad San Sebastián, en la que se invitó a siete artistas para intervenir igual número de cruces de cuatro metros de alto.
“Cada artista intervino con imágenes, color y significado de la cruz. Están todas instaladas en los quiebres y detenciones del camino. Cada observador debe interpretar su mensaje en el recorrido, que tiene sorpresas, descubrimientos e (invita) al recogimiento entre las cruces pintadas y las vistas lejanas”, comenta Iglesis.
Uno de los artistas que colaboraron con el proyecto fue el pintor Manuel Antonio Aguirre Ossa, que estuvo a cargo de la cruz que tenía la expresión “Señor, Señor, por qué me has abandonado”, dedicada la oración. A su juicio, “es una frase extraordinariamente fuerte, sobre todo en la dimensión humana de Jesucristo, que se comunica con el Padre, y en una situación de esa envergadura, ansiedad y problemas, lo único que queda es la oración”.
Por eso, su cruz se inspira en los misterios del rosario: gozosos, dolorosos, luminosos y gloriosos, que cada uno tiene cinco escenas. “Lo que he pintado es la necesidad del ser humano de pedirle a Dios que nos ayude en los problemas más fuertes. Cada vez que hay terremotos, aluviones, la gente se torna a rezar”.
El rector del santuario, el padre Carlos Godoy, ha visto el entusiasmo de los visitantes que descubren este nuevo lugar, “que claramente es reconocido como un espacio de acogida y de inclusión, porque pueden subir los minusválidos que antes no podían por las escaleras”.
El padre Godoy manifestó que tienen la aspiración de que esta rampa sea la primera etapa y que se pueda extender hasta la misma imagen de la Virgen, en la cumbre del cerro. “Es el sueño que tenemos, para que puedan llegar los ancianos, los minusválidos. Este ha sido un avance significativo, pero eso significa enormes gastos, porque el último tramo es mucho más empinado, y técnicamente requiere de un trabajo aún más acucioso”.
Francis Páez, turista de Venezuela, mientras caminaba por la explanada, dijo: “Me parece hermoso, muy bello. De hecho, provoca venir aquí… no me quiero ir”.
GestiónIniciador: padre Rodrigo Tupper, ex rector del santuario.
Colaboradores: Universidad San Sebastián; Duoc UC; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; Municipalidad de Providencia; Exfibro; Viña Corral Victoria; Casino Express y Jo Realiza.
Inauguración: Se abrió el 25 de septiembre 2015.