Siete iglesias del Altiplano son declaradas Monumentos Nacionales y serán postuladas como Patrimonio de la Humanidad
Esta semana, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) declaró siete iglesias del altiplano, ubicadas en la región de Arica y Parinacota, como Monumentos Nacionales en la categoría de Monumento Histórico.
La propuesta fue presentada por la Fundación Altiplano Monseñor Salas Valdés que se dedica a promover la conservación del patrimonio de las comunidades aymaras de la región a través de diversos mecanismos, como talleres educativos.
En este sentido, la necesidad de poner en valor las iglesias proviene de la importancia de su legado arquitectónico, cultural e histórico que data del siglo XVI cuando se empezaron a construir en torno al Camino del Inca, la principal red de caminos del Imperio Inca que pasa por seis países y que en junio del año pasado fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
A continuación te contamos cuáles son las siete iglesias reconocidas.
Los siete templos están ubicados en tres comunas de la región, Arica, Camarones y Putre, y corresponden a: San Idelfonso de Putre, San Martín de Tours de Codpa, Virgen del Carmen de Chitita, San José de Pachica, San Pedro de Esquiña, San Jerónimo de Poconchile y San Miguel de Azapa.
Éstos son el reflejo de la evangelización española que hubo en la región andina, tanto en Chile como en Bolivia y Argentina, y que dio paso a iglesias que destacan por sus materiales y técnicas constructivas. Actualmente, las siete iglesias están a 12 y 150 kilómetros de Arica, la capital regional.
En su mayoría, fueron construidas con barro, madera, paja brava, piedra y tierra que actualmente conservan su autenticidad hasta en un 60 por ciento y que se pudieron unir mediante sistemas constructivos denominados tradicionales, tales como albañilería de adobe y mampostería de piedra asentada en barro.
No obstante, cada una tiene atributos arquitectos que las diferencian entre sí y que las vuelve un legado único hasta nuestros días. En este sentido, es posible reconocer que algunas tienen un arco en su entrada, otras tienen murales y algunas retablos.
El sector donde se encuentran las iglesias, posteriormente se conformó como la Ruta de la Plata de Potosí, debido a que este recorrido era usado para transportar el material hasta el puerto de Arica.
Desde entonces, las iglesias siguen en funcionamiento con fines religiosos y su administración está a cargo de alférez, fabriqueros o mayordomos locales que coordinan las fiestas tradicionales que celebran las comunidades en torno a ellas.
Cabe mencionar que las siete iglesias que recientemente fueron protegidas en términos patrimoniales integran un conjunto mayor denominado Iglesias del Altiplano que también posee templos ubicados en la Región de Tarapacá y que están en la lista tentativa de Bienes Culturales nacionales para ser presentados a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, instancia que hace posible su declaración como Patrimonio de la Humanidad.