Transportes alista decreto para iniciar gradual restricción en siete calles del centro de Santiago
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Según especialistas, medida no tendrá efectos en comercio, pero puede aumentar fuga de oficinas al sector oriente:
Se prohibirá el tránsito de autos particulares por Compañía este mes. En 2016 siguen Bandera, Santo Domingo, San Antonio, Amunátegui, Mac Iver y San Martín.
Una fila de buses del Transantiago, mezclada con automóviles, se prolonga a diario por la calle Compañía, desde el centro hasta el barrio Brasil. Este nudo de congestión nació hace tres semanas, con las obras que ejecuta la Municipalidad de Santiago para ensanchar en 50% la vereda de las calles Compañía y Merced. La vía será la primera totalmente exclusiva para el transporte público en el centro, pero como todavía no está vigente la normativa que prohíbe el tránsito de autos, la calle se ha transformado en un caos cotidiano.
Para revertir la situación, el Ministerio de Transportes prepara un decreto que solo permitirá el tránsito de buses en la vía. Será la primera resolución que, gradualmente, restringirá el tráfico de automóviles en los siete principales ejes del casco histórico, en el marco del llamado Plan Centro, lanzado por el municipio el año pasado. Este busca privilegiar el tránsito de buses, peatones y ciclistas por el cuadrante comprendido entre Manuel Rodríguez, la Alameda, José Miguel de la Barra y el río Mapocho.
Después de Compañía, las obras para ensanchar veredas y perfilar las vías como exclusivas para buses y taxis, continuarán por otros seis ejes: Santo Domingo, San Antonio, Mac Iver, Amunátegui, San Martín y Bandera.
Así, según explican en Transportes, hacia mediados de 2016, se habrán emitido los decretos para prohibir el tránsito de autos de 7:00 a 21:00 horas por siete calles del centro. Los automovilistas que quieran llegar hasta el sector podrán hacerlo por vías alternativas como Moneda, Agustinas o Rosas. Podrán ingresar a vías restringidas solo para aparcar o sacar automóviles de recintos privados o estacionamientos.
“Las siete vías del Plan Centro tendrán un estándar común con veredas amplias, niveladas con la calzada, pavimentos y mobiliario urbano de calidad. Aumentaremos más de un 25% el espacio para peatones, mejorará significativamente la fluidez del transporte público y se regularán mejor las labores de carga y descarga”, explica la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá.
La medida ha encontrado diversas apreciaciones entre los especialistas. Para Iván Poduje, urbanista de la consultora Atisba, la idea es acertada. “Mucha de la población flotante que llega al centro ya lo hace en metro, buses o caminando. No creo que tenga un efecto en el comercio. El problema se puede generar para las oficinas, que van a aumentar su vacancia y pueden tender a fugarse al sector oriente”.
Al respecto, la alcaldesa Tohá dice que no coincide con el abandono de las oficinas del centro. “Al contrario, las patentes han aumentado significativamente”. Añade que el Plan Centro y otras inversiones están recuperando el valor urbano. “Eso es un atributo único que el centro puede ofrecer a las empresas y que será determinante para que quieran instalarse allí”.
Para Luis Valenzuela, director del Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez, el efecto solo se podrá observar en el mediano plazo. “Cuando se generan restricciones de automóviles particulares, se tiene que proveer ese barrio con suficientes alternativas. El centro está bien provisto de accesibilidad con alternativas y desde distintas direcciones de la ciudad”.
Las otras medidas de movilidadAdemás de la restricción de autos, el plan contempla la ciclovía de Teatinos que ya está funcionando con 3.500 bicicletas por hora en la hora de almuerzo. A esta vía se suma la de Rosas (construida antes del Plan Centro), que transporta 4.600 bicicletas diarias.
También están operando los ocho bicitaxis, que recorren a diario el casco histórico. En cuanto a los taxis eléctricos, que estaban previstos para marzo, aún estos vehículos no comienzan a funcionar debido a problemas que ha enfrentado la empresa privada que los opera para encontrar conductores, entre otras dificultades técnicas de implementación.
El plan incluye, además, vías semipeatonales como Aillavilú y proyectos como la peatonalización de la calle Puente desde San Pablo hasta General Mackenna.