“Concurso Cerros Isla. Corredor Verde de San Bernardo” anuncia el proyecto ganador
Ayer en una ceremonia realizada en el Salón Consistorial de la Ilustre Municipalidad de San Bernardo se anunció el proyecto ganador y el 2º y 3º lugar del Concurso Nacional de Ideas de Arquitectura “Concurso Cerros Isla: Corredor Verde de San Bernardo”, organizado por la Universidad Católica y la Fundación Santiago Cerros Isla con el patrocinio del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, la Municipalidad de San Bernardo y el Colegio de Arquitectos de Chile, y el cofinanciamiento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA).
El concurso que mantuvo su convocatoria abierta entre el 16 de junio y el 31 de julio, se hizo con el objetivo de contribuir a la integración del paisaje en la planificación territorial y el diseño de espacios públicos, mediante un enfoque ecosistémico que reconozca las oportunidades presentes en la geografía de Santiago para armonizar los desajustes ecológico-urbanos en el periurbano de la ciudad.
Según explica la organización, el Corredor Verde de la comuna de San Bernardo expone un caso emblemático, por tratarse de un conjunto de cinco cerros interconectados -Chena, Hasbún, Negro, Adasme y Los Morros- por una red de canales que configuran un potencial corredor verde en un territorio en proceso de expansión urbana.
La competencia fue dirigida por la arquitecta y Doctor en Ciencias Aplicadas, Rosanna Forray, y coordinada por las arquitectas Dominique Mashini y Pía Bettancourt, de la Universidad Católica. El jurado estuvo presidido por Emilio de la Cerda, Director de la Escuela de Arquitectura de la misma casa de estudios.
Conoce el proyecto ganador y el segundo y tercer lugar en este artículo.
PRIMER LUGAR
Nombre proyecto: “Sistema de Parches Integrados”
Equipo.
Jefe de Equipo: Francisco Walker Martínez
Integrantes del equipo:
– Alejandra Vásquez Díaz
– Juan Ramón Samaniego L’Huiller
– Francisco Javier Salas Hernández
– Lucas Mateluna Espinosa
– Santiago Rojas Alessandri
– Martín Fonck Larraín
– Inés Macarena Burdiles Araneda
– Francisco Chateau Gannon
Descripción por el equipo
En el contexto actual de expansión urbana sobre zonas rurales, la transformación de los espacios productivos hacia áreas urbanizadas ha fragmentado el reconocimiento de una identidad territorial del paisaje productivo del valle central, históricamente retratada en la obra de artistas nacionales. Junto al proceso de desarrollo de la ciudad los límites urbanos han cambiado, entendiéndose los espacios rurales aledaños a la zona urbana como sitios a la deriva y sus bordes como un límite rígido y divisor de una unidad de paisaje.
No obstante, dicho proceso de desintegración espacial ha contribuido a difuminar los límites territoriales y el sentido de lugar1, abriendo una oportunidad para reformular el diálogo entre campo y ciudad. Asumir la condición de encuentro entre lo urbano y rural en el paisaje puede potenciar nuevos sentidos de lugar por medio de la formulación del límite como un espacio dinámico de interacción entre ciudad y ruralidad que permitan conocer, utilizar y significar al paisaje en su conjunto. Antes de proponer el rescate exclusivo de identidades locales vinculadas históricamente al territorio, asumir el carácter dinámico de dichas identidades en los procesos de transformación urbano-rural, permite sugerir que los espacios de encuentro en el paisaje pueden ser fuentes fundamentales en la configuración de nuevos sentidos de lugar e identificación socio- ecológica.
I) VISIÓN
A) EL ROL DE SAN BERNARDO EN EL PAISAJE URBANO-RURAL
Los cerros del valle de Santiago son “cerros isla” solo en la medida en que consolidan sus límites respecto a la ciudad y, en cuanto son reconocibles como unidades dentro del paisaje urbano, capaces de afirmar una unidad diferenciada del contexto en el que se insertan. Son varios los casos en que la falta de protección de sus límites han dado paso a su destrucción como piezas urbanas, los cerros Apoquindo, Dieciocho y San Luis son ejemplo de ello. Sin ir más lejos, los mismos cerros que conforman el CVSB presentan ya las primeras huellas de esta tensión entre cerro y ciudad, que, en caso de no abordarse de manera adecuada, podrían sufrir un destino similar a los mencionados anteriormente.
De acuerdo al PRMS100 Santiago presentará un importante crecimiento urbano, el cual impactaría directamente en la comuna de San Bernardo, comuna que puede ser entendida como un límite urbano-rural de la ciudad. Desde esta perspectiva San Bernardo se envolvería en un proceso de urbanización que disminuiría sus áreas productivas y aislaría sus elementos territoriales como lo son sus cerros y el río Maipo.
San Bernardo tiene la oportunidad de actuar como precedente en la construcción del nuevo límite entre campo y ciudad, en donde el sistema de cerros Chena-Hasbun-Adasme-Negro-Los Morros y el río Maipo se planteen como un área de transición a escala metropolitana y comunal entre ambos mundos y al mismo tiempo como corredor de elementos territoriales que reconstruyen y reformulan la experiencia del paisaje rural y productivo del valle central en coherencia con las condiciones dinámicas de la urbanización en forma pública y abierta para la educación y recreación de sus ciudadanos.
II) ESTRATEGIA
A. SISTEMA DE PARCHES CERRO-CIUDAD
Con el propósito de instalar además de una visión, un modelo de gestión asociado al proceso de activación y conservación del Corredor Verde de San Bernardo se propone que este sea desarrollado como un sistema de parches sostenibles (Stepping stones), abierto a un etapamiento temporal y métodos paralelos de financiamiento y administración con el objetivo de acoger en el diseño los tiempos y actores de la gestión barrial, municipal y regional.
Estos parches buscan construir una relación simbiótica entre cada cerro y la ciudad, integrando servicios funcionales que median entre la comunidad inmediata y el área de conservación de los elementos territoriales, a través de la formulación de parques programáticos simultáneamente recreativos y productivos.
B. CUATRO OPERACIONES VERTICALES
PRIMERA. CONSTRUIR BUFFERS PERMEABLES Y DINÁMICOS. ACTIVAR EL CERRO.
Membrana urbana que regula los flujos e intercambios entre el cerro y la ciudad. Estas áreas funcionan como límites permeables que aceptan actividades de carácter recreativas, productivas y educativas de orden local y metropolitano que tienen como objetivo disminuir el impacto erosivo de la ciudad, aumentar las áreas recreativas y productivas y potenciar la movilidad de la fauna local.
Dentro de los elementos y programas que puede acoger esta membrana se encuentran centros de producción y formación en agricultura urbana, huertos comunitarios, clusters de biodiversidad, áreas de producción forestal, y diversas zonas recreativas.
Estos buffers se conectan entre sí mediante corredores urbanos trazados sobre avenidas y calles existentes en las que se propone la renovación del perfil vial a través de ciclovías, canales, canaletas y arboledas mixtas de especies exóticas y nativas de bajo requerimiento hídrico.
SEGUNDA. HABILITAR UN ZÓCALO. RECORRER EL CERRO.
Con el objetivo de conquistar las relaciones visuales entre los cerros y la ciudad se propone un anillo de movilidad para peatones y ciclistas sobre los 20 metros de altura que permita posicionarse sobre las copas de los árboles y edificaciones del manto urbano. La construcción de este zócalo permite traspasar la escala inmediata de lo construido con el fin de alcanzar una experiencia de ciudad de orden territorial en la que, a través del recorrido en altura, comparece el paisaje del valle central. Este zócalo corresponde al límite entre el buffer y el cuerpo del cerro.
TERCERA. CONSERVAR ATRIBUTOS PAISAJÍSTICOS Y ECOLÓGICOS. PROTEGER EL CERRO.
Con el fin de conservar las especies de flora y fauna nativa del valle central, se plantea la restauración gradual, acompañada de infraestructura educativa que permita conocer y valorar los atributos ecológicos del paisaje en el cuerpo de los cerros. Esto se alcanza a partir de mínimas intervenciones de activación y protección, como la reforestación de quebradas, la delimitación de recorridos e implementación de señalética y mobiliario básico, formando con esto senderos interpretativos. Lo anterior, a partir del enriquecimiento con especies nativas de los ecosistemas de referencia de cada quebrada y orientación (ladera, pendiente, textura de suelo, etc).
CUARTA. CONQUISTAR CUMBRES. VER DESDE EL CERRO.
Reconocimiento de las cumbres como lugares con vocación de paisaje metropolitano a través de la habilitación de infraestructuras de observación. Esta operación busca hacer aparecer el sistema de cerros del valle a partir del reconocimiento visual de sus cumbres.
C. PROGRAMAS DETONANTES DE BORDE (BUFFER)
En función de la construcción de un borde que genere relaciones simbióticas entre elementos territoriales y ciudad con el objetivo de reencontrar y reformular la experiencia asociada al paisaje productivo del valle central, se plantean los siguientes parches y vocaciones:
1. Parche Hasbún: Campus San Bernardo
En la búsqueda de la innovación, educación e investigación y producción de carácter local se propone la habilitación de un espacio de encuentro entre las distintas esferas de la cultura agrícola: las cooperativas locales, empresas, universidades, centros de formación técnica e instituciones estatales.
Se plantea un Campus de desarrollo e investigación que dote a diversas instituciones y agrupaciones de infraestructura adecuada ya sea educacional, empresarial, productiva y campos de experimentación.
2. Parche Adasme: Jardín Botánico de Santiago.
Dado que la Región Metropolitana es un hotspot de biodiversidad mediterránea a nivel mundial, se formula la habilitación del primer Jardín Botánico de Santiago que preserve, investigue, exponga y contribuya a la formación de la población sobre las especies nativas y las características del paisaje mediterráneo.
Este programa exige la incorporación de áreas de producción de especies mediterráneas herbáceas, arbustivas y arbóreas, tales como: zonas de preparación de sustratos y reciclaje de materia orgánica, invernaderos, bancos de semillas, zonas de propagación vegetativa y viveros, entre otros.
3. Parche Negro: Vivero Metropolitano de Santiago.
La arborización de las nuevas zonas urbanas proyectadas por el PRMS100 y sus áreas verdes, implican la producción de al menos 550.000 nuevas especies arbóreas, esto significa una inversión aproximada de MM$16.5005.
Hoy la gran mayoría de las especies utilizadas para arborizar la ciudad de Santiago son provenientes de pequeños viveros privados que no permiten abastecer proyectos urbanos de gran envergadura, lo que se traduce en un alto costo unitario de individuos que generalmente no tienen la calidad apropiada para proyectos de forestación.
A propósito de lo anterior se propone desarrollar un Vivero Metropolitano que responda a esta demanda con especies autóctonas y fitoremediadoras, que permitan a la par educar a los ciudadanos en la producción forestal sustentable y la protección de las áreas verdes de Santiago. La producción de especies fitoremediadoras permite generar individuos que permitan rehabilitar sitios urbanos contaminados y micro basurales.
4. Parche Los Morros: Humedal Río Maipo
El manejo del agua ha constituido uno de los principales avances tecnológicos en el paisaje productivo chileno, no obstante esto, muchas veces ocurre con un alto grado de afectación de la cuenca y la biodiversidad ripariana. Se plantea entonces la construcción de un tranque recreativo (humedal artificial) para la ciudad de Santiago que permita limpiar las aguas del cauce y a la vez albergar y preservar la flora y fauna de la cuenca.
Este tranque genera un humedal artificial que concentraría una alta diversidad de especies de fauna, lo cual serviría como un elemento detonante de la restauración ecológica del paisaje del valle central. “Es importante estar conscientes de que la diversidad ecológica es nuestro recurso más valioso y que los humedales constituyen el núcleo de la biodiversidad”.
SEGUNDO LUGAR
Nombre proyecto: “Quipus verdes: Entrelazando naturaleza y sociedad”.
Equipo:
Jefe de equipo: Alexis Vásquez Fuentes
Integrantes del equipo:
– Paola Velásquez Betancourt
– Carolina Devoto Magofke
– Víctor Alegría Corona
– Javier Moya Ortíz
– Andrés Riveros Cristoffanini
– Ángel Quiroz Gonzalez
– Francisca López Espinoza
– Felipe Aguirre Saavedra
– Paulina Vera Fuenzalida
– María Jesús Martínez Pucci
– Daniela Niechi Gaete
Descripción por el equipo
La propuesta Quipus verdes es un sistema de infraestructura verde que reconoce los espacios verdes, los abiertos existentes y los potenciales más importantes para sostener funciones ecológicas y sociales que permiten mantener simultáneamente la salud ecológica comunal y satisfacer múltiples necesidades de la comunidad en distintas escalas, poniendo en valor la identidad urbano rural que caracteriza la comuna de San Bernardo.
Se plantea hacer uso de la naturaleza y sus propiedades remediadoras para construir enlaces sociales, nuevos espacios de disfrute comunitario y construcción de calidad ambiental. El tejido de espacios públicos tiene como objetivo integrar a la comunidad y las distintas funciones que condicionan el futuro ambiental, social, urbano y paisajístico de la comuna. La propuesta consiste en consolidar aquellos componentes de infraestructura verde que lo requieran y la creación de nuevos elementos que aseguren la conectividad del sistema y mejoren su multifuncionalidad. Principalmente fortaleciendo el desplazamiento de personas y vehículos no motorizados, asegurando accesibilidad de la comunidad a todo el sistema y multiplicando los espacios públicos y de encuentro, por otro lado se proponen nuevas funciones de hábitat y corredor para especies nativas.
El proyecto propone fortalecer la red canales como lugares de confluencia entre grupos sociales y como estructura de recomposición ambiental estructurado por un corredor biológico.
TERCER LUGAR
Nombre proyecto: “Corredores Biológicos de San Bernardo. Integración de los cerros isla a una matriz migratoria de biodiversidad”.
Equipo:
Jefe de equipo: Andrea Ortega Esquivel
Integrantes del equipo:
– Claudio Alfonso Tapia Balboa
– María Sofía Balbontín Gallo
– Mario Andrés Pezoa Fuenzalida
– Daniela Balbontín Cornejo
Memoria del proyecto
Se propone una “Matriz Migratoria de Biodiversidad”, la cual busca restaurar, integrar y potenciar el capital natural y humano del territorio. En primer lugar, se busca restaurar las condiciones del paisaje geográfico y el capital natural endémico a través de un Corredor Ecológico que vincule los Cerros Isla, integrando la trama hidrológica y el potencial de vegetación existente. La creación de un Parque Ecológico en la rivera del Río Maipo permitirá generar un ambiente propicio para la migración de fauna endémica desde Río Clarillo y el cordón de los Ratones, impulsando las condiciones ecosistémicas de este. A su vez la generación de un corredor ecológico a través del Canal El Espejino junto con humedales asociados a este posibilitará el desplazamiento de la biodiversidad desde este parque hacia el resto de los Cerros Isla. Para que estos puedan acoger esta fauna endémica se propone la definición de áreas protegidas para la conservación dentro de los cerros, las cuales se reforestarán con flora de Chena y Río Clarillo, permitiendo así un ecosistema diverso que permita albergar fauna endémica y aves migratorias.
Con el fin de integrar los cerros a la ciudad se propone la creación de una red integrada de corredores y parches verdes teniendo como eje estructurante el Canal El Espejino aprovechando arboledas y generando nuevos espacios y plazas. También la generación de zonas de buffer ecológico entre las áreas urbanas y las zonas de protección ecológica que permitan permear desde la ciudad hacia cada cerro, sin afectar la sustentabilidad de la recuperación ecosistémica.
Para potenciar las particularidades socioculturales, se propone fomentar el liderazgo y empoderamiento en la gestión ambiental local mediante la consolidación del Comité Ambiental Comunal (CAC) y Escuelas Medioambientales que asuman un rol importante en la recuperación de los cerros. A su vez se propone la activación de las zonas de utilidad pública de los cerros mediante un Museo Arqueológico y Parque Intercultural que vincula el Pucará de Chena y la generación de zonas de recreación y deporte en cada cerro. Por otro lado, se propone un Centro de Compostaje Comunal que potenciará la soberanía alimentaria local y recuperar residuos orgánicos de las ferias libres, junto a la regeneración de espacios industriales contaminados de la empresa Molymet, en donde se proyecta un Parque Industrial de Fitorremediación que recuperará el suelo y también el agua del Canal Espejino mediante el uso de vegetación. Este parque se proyecta como un centro para la sustentabilidad local y un ejemplo de recuperación de zonas contaminadas.
MENCIONES HONROSAS
Nombre proyecto: “Parque Territorial del Corredor Verde de San Bernardo”
Equipo:
Jefe de equipo: Daniel Vargas Fernández del Río
Integrantes del equipo:
– Aitana Arroyo Samsó
– Verónica Uzon Endress
– Luis Vildósola Basualto
– Xavier Matilla Ayala
– Mónica Beguer Jornet
– Èlia Hernando Navarro
– Cristóbal Moreno Carral
Nombre proyecto: “Andamio verde: Una nueva Alameda, del río al cerro, para San Bernardo”
Equipo:
Jefe de Equipo: Cristián Boza Wilson
Integrantes del equipo:
– Nicolás Rodrigo Norero Cerda
– Pedro Osvaldo Pedraza Pastén
– Miguel Gálvez Solís
– Iván Palacios Gómez
– Cristián Seguel Rodolfo Duarte
Nombre proyecto: “Corredor Eco-Social Metropolitano Sur”
Equipo:
Jefe de Equipo: Piero Augusto Mangiamarchi Lagos
Integrantes del equipo:
– Sarah José Bosch Castro
– Emile Straub Espinoza
– Juan Raúl Reyes Aravena
– Carlos Andrés Carvajal Olivares
– Nicolás Morales Yáñez