Municipios que ganan el combate contra muros rayados entregan recetas de su éxito
Desde Putre a Puerto Natales, sus habitantes se han vuelto conscientes de la importancia de cuidar las fachadas:
En tiempos en que la proliferación de rayados y grafitis se ha convertido en una plaga que afea las ciudades, deteriora los barrios y afecta la calidad de vida de sus habitantes, su combate se ha vuelto una prioridad para muchos municipios a lo largo del país que han tomado conciencia del problema. Las fórmulas exitosas van desde ordenanzas enérgicas contra los infractores hasta alianzas con los propios responsables de ensuciar las paredes.
En Chépica cuidan su patrimonio tras el terremoto”La gente valora lo que hoy tiene y hemos hecho una verdadera campaña para mantener la comuna limpia”. Así explica la alcaldesa de Chépica, Rebeca Cofré, la política de erradicación de rayados aplicada en esta comuna de la Región de O’Higgins. “No se trata de una campaña formal, sino de un trabajo permanente de sensibilización hacia la comunidad, a través de las juntas de vecinos e instituciones sociales”, subraya.
Recuerda que esta localidad, ubicada al interior del valle de Colchagua, “quedó en el suelo” luego del terremoto del 27 de febrero de 2010. Califica la reconstrucción como “una verdadera maravilla”, porque las obras mantuvieron tanto la línea arquitectónica, de características coloniales, como los materiales originales de las viviendas, en su mayoría de adobe.
San Pedro limpioEn San Pedro de Atacama, poblado altiplánico de la Región de Antofagasta que al año recibe más de 250 mil visitantes, el municipio tiene implementado un plan de vigilancia de las fachadas del pueblo y de limpieza con revisiones mensuales. La alcaldesa, Sandra Berna, afirma que “son pocos las murallas que se rayan en el pueblo, pero tratamos de mantenerlas limpias y bien cuidadas porque la mayoría son de adobe, además porque somos una zona turística y nos gusta que las calles estén limpias y los visitantes se lleven una buena impresión”.
La aspiración ecológica de PutreEn esta localidad de poco más de mil habitantes, ubicada 140 kilómetros al este de Arica y a 3.600 metros de altitud, a la acumulación de basuras en sus miradores, vías de acceso y calles principales, en los últimos años se sumaron rayados en construcciones tradicionales del altiplano chileno, de adobe, piedras, maderas y techos de paja brava.
Eso llevó a la municipalidad a impulsar una campaña para transformar a Putre en la primera “comuna ecológica” de la zona. El trabajo, además del retiro de desperdicios, instalación de basureros y cuidado de los recursos hídricos, abarcó la limpieza de calles y muros y una campaña educativa en los colegios. Ahora, las autoridades locales tramitan con el Ministerio de Medio Ambiente obtener una certificación del municipio y de los planteles educacionales.
Tomé: Poemas y mensajesEl acceso de Tomé es una avenida ancha, llamada Latorre, que corre entre la playa y los cerros del sector Bellavista. Aquí, para proteger la vía de los derrumbes, se han levantado muros de piedra, ideales para los grafiteros. Sin embargo, en lugar de estos dibujos se pueden leer frases como “El agua es vida, cuídela”, “Tomé somos todos”, o incluso versos de Gabriela Mistral, como “Quedan lejos los telares y aún siguen con el viento”. Esto, sobre un fondo blanco con que los pintores de la municipalidad cubren los rayados apenas ocurren. Así, las murallas de los recintos públicos están, en su mayor parte, pintadas de blanco con mensajes positivos, en lugar de grafitis . Lo anterior, explican desde el municipio, ha gatillado que los locatarios o dueños de inmuebles en el centro de la ciudad se preocupen más de mantener limpias sus fachadas.
La Serena: No a los avenimientos judiciales”Patrimonio sin rayas” es el nombre del programa que el municipio local creó en 2013 para combatir la proliferación de los ataques con plumones y spray en la zona típica de la ciudad, declarada Monumento Nacional en 1981 (incluye 17 monumentos nacionales).
La iniciativa persigue, junto con empresas locales, intervenir y borrar los rayados, además de reponer con pintura las fachadas dentro del casco histórico.
Como una señal contra la delincuencia patrimonial, el alcalde Roberto Jacob instauró la política de no aceptar los avenimientos judiciales contra quienes rayan los edificios patrimoniales.
“No permitiremos que quienes sean sorprendidos rayando el patrimonio tengan facilidades para pagar”, dice Jacob.
Putaendo postula a fondos para pintar fachadas”Sanciones ejemplarizadoras para quienes rayen”, propone el alcalde de Putaendo, Guillermo Reyes. “Si los que rayan son los cabros, estos quedan sin responsabilidad penal. Soy partidario de que se multe a los padres. Ahí el muchacho va a pensar un poco más, porque el papá tendrá que pagar $100 mil o lo que se fije. Pero eso debe legislarse”, recalca.
Considerada la “capital patrimonial del Aconcagua”, a 13 kilómetros de San Felipe, la comuna se esfuerza por mantener los atributos que en 2002 tomó en cuenta el Consejo de Monumentos Nacionales para declarar como zona típica a las 38 hectáreas de su casco histórico, reconocimiento que en 2007 se extendió a 128 hectáreas. El alcalde añade que es un orgullo exhibir en buenas condiciones sus casas de adobe y tejas, construidas en los siglos XVIII y XIX. Reyes señala que para mantener la pintura “presentamos proyectos al gobierno central y regional”.
Las murallas blancas de María ElenaCon charlas en colegios, difusión radial y programas de educación patrimonial, la comuna de María Elena, la última oficina salitrera operativa y habitada en el mundo, a 206 kilómetros de Antofagasta, ha logrado mantener libre de rayados sus principales fachadas.
Según el alcalde Jorge Orellana, “se ha efectuado un trabajo para que cada habitante tome conciencia de la importancia de mantener el patrimonio en la comuna y eso se logró”.
Las calles se aprecian más limpias, sobre todo en su barrio cívico -que alberga a la pulpería, el mercado y el teatro- declarado monumento histórico en 1999.
Puerto Natales cede murosLa estrategia del alcalde de Puerto Natales, Fernando Paredes, para impedir el daño patrimonial incluye reuniones con grafiteros, a quienes el municipio cedió seis espacios públicos con muros para que los pinten como quieran. Incluso los capacitan en técnicas de aerografía. ” Hemos combatido bastante los rayados en los muros o fachadas . Prácticamente en el casco histórico y centro no hay. Y si aparece uno, lo tapamos”, dice.
La meta de San JavierSan Javier se propuso una meta ambiciosa, ser una comuna limpia. Y ha comenzado por mantener sus calles sin basura y con fachadas lo menos rayadas posible. Al menos eso se puede observar en algunas cuadras de avenida Chorrillos, Balmaceda y Arturo Prat, las principales arterias de esta ciudad ubicada al sur de Talca. Desde la municipalidad impulsan un programa que incluye un trabajo conjunto con los grafiteros, para que estos no pinten en cualquier parte. En cambio, lo hacen en sectores poblacionales, donde vecinos autorizan los pintados en muros de sus casas. Incluso se les entregan materiales para que trabajen.
En Villa Alegre, la limpieza de fachadas es aún más notoria. Sus antiguas casonas estilo colonial, con techos de tejas y amplios corredores, lucen impecables, pese a la intensa actividad comercial.
Estilo rústico protege muros de PanguipulliSu nombre significa “ciudad de lagos y volcanes” en mapudungun. Enclavada al interior de la Región de Los Ríos, ha mantenido pulcras la totalidad de sus fachadas gracias a una ordenanza municipal de 2006 que obliga a quien quiera obtener una patente comercial a construir sus fachadas con madera rústica o piedras (laja, caliza o volcánica). Para el alcalde René Aravena, eso ha posibilitado un mayor cuidado de las fachadas y la presencia de grafitis allí es casi nula. “El hecho que esté un tronco natural, o una piedra volcánica o laja, aleja a las personas que quieren romperlas o pintarlas”, afirma.