Los otros tacos: cuando la congestión peatonal satura ascensores y veredas
Por Manuel Valencia y Sebastián Sottorff, El Mercurio.
Fenómeno generado por el auge de edificios provoca largas esperas y falta de fluidez
Gobierno ingresó decreto que obligará a proyectos inmobiliarios a realizar estudios de tráfico para construir elevadores según la cantidad de usuarios que tengan.
Ya lo han intentado todo. Turnos, coordinaciones a través del celular, un sistema de números y nada. Es tal la cantidad de trabajadores en la torre Telefónica, ubicada en la plaza Italia, que el simple ejercicio de bajar por uno de los ascensores del que fuera el edificio más alto de Santiago se ha vuelto una odisea a ciertas horas. Por eso, Jaime, uno de los empleados de esta multinacional, prefiere muchas veces las escaleras. Algo de seguro complicado, considerando que su oficina está en el piso 16, pero más breve que los 20 minutos de espera que puede implicar aguardar la llegada de una cabina vacía.
“Se arman literalmente tacos. A la hora de almuerzo o salida, así que no nos queda más que esperar y esperar”, dice.
Según un estudio realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), a diario se realizan alrededor de 15 millones de viajes a través de un ascensor en el país en los cerca de 35 mil elevadores operativos en Chile. En muchos de ellos, sobre todo en los que funcionan en edificios altos, las esperas para lograr un espacio en el elevador se han vuelto tan molestas como crecientes.
El mismo estudio establece como estándar que un ascensor de un edificio comercial o de oficinas no debiese sobrepasar más de 40 segundos en llegar y el ascenso o descenso no tendría que extenderse más allá de 100 segundos.
Para enfrentar esta atípica congestión, el Minvu ingresó a la Contraloría un decreto que modifica la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. La resolución, que se aprobaría a fines de año, exige al propietario de un proyecto inmobiliario o comercial realizar una simulación de tráfico, en un estudio de ascensores que analice la carga de ocupación por pisos, las dimensiones de la cabina, la velocidad que alcanza el ascensor, la carga máxima y el tipo de cierre y apertura de puertas. “Con este cambio, las direcciones de obras municipales van a tener que exigir estos estudios. Luego, se analizará si fueron contemplados a la hora de otorgar permisos de edificación o recepcionar un proyecto”, dice Jaime Romero, subsecretario de Vivienda y Urbanismo.
La hora del taco también se ha traspasado a las veredas. Es lo que pasa en ciertas concurridas intersecciones, como Lyon con Providencia o en Alameda con Ahumada. Pero la “congestión peatonal” ya se observa también en aceras como las de Morandé o Compañía en pleno centro de la capital. Lo mismo ocurre en la pasarela que cruza Vitacura a la salida del Costanera Center.
“La hora de salida es la peor. Ahí se junta la gente que va saliendo del mall , los que quieren tomar el metro y los que trabajamos acá”, dice Romina Cereceda, vendedora de una tienda del centro comercial acerca del “taco humano” que todos los días debe superar.
Esta situación busca resolverla la Municipalidad de Santiago con el “Plan centro” que, además de restringir los autos en siete vías por gran parte del día, contempla el ensanche de veredas en calles como Compañía o Teatinos.
A juicio del especialista en transportes y urbanismo Raimundo Cruzat, la congestión derivada de la circulación de peatones o vehículos podría tener una buena solución. “Como país nos falta pensar más en la gestión de la demanda. Y eso podría reflejarse en horarios diferidos de entrada y salida en oficinas”, explica. “En las oficinas pueden usar ascensores de llamada anticipada, que funcionan con un software . Otro aspecto relevante es cómo abren los ascensores, pues los que abren por el medio cargan y descargan más rápido que los que abren desde un costado”, afirma el académico.