Imprudencia de peatones lidera causas de atropellos de buses del Transantiago
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
En términos globales, desde 2007 se ha reducido el número:
Uno de los dirigentes de los choferes sostiene que en los buses hay “un punto ciego” en el cual el peatón no se ve, aunque cruce en un lugar autorizado.
Uno de los principales cambios que ocurrieron con la implementación del Transantiago, en 2007, fue que los choferes ya no ganan su sueldo de acuerdo a un porcentaje de boletos cortados, lo que terminó con las peleas por pasajero.
Uno de los efectos de esto ha sido la disminución de atropellos de buses del transporte público, pero la imprudencia de los peatones lidera como principal causa de estos accidentes.
Entre 2007 y 2014, el total de personas atropelladas son 3.364, siendo las principales causas asociadas al peatón que cruza en lugares no habilitados o en forma sorpresiva; y en menor medida, por conductores que no respetan el paso preferente a peatones o no están atentos a las condiciones de tránsito (ver infografía).
En el Ministerio de Transportes no existen cifras que informen sobre la cantidad peatones muertos, heridos por estos atropellos o qué pasó con los choferes en esos accidentes.
Los especialistas indican que la baja de accidentes se debe, además, a edificación de infraestructura especializada en corredores y paraderos, que permite segregar la interacción de peatones con otros vehículos.
A eso se une, también, la profesionalización de los conductores. Según la Asociación Chilena de Seguridad, las heridas más frecuentes en los peatones que han sido víctimas de un atropello son los traumatismos.
El presidente del área Sur de la Federación de Conductores del Transantiago, Hugo Herrera, dice que existe el riesgo de que un bus arrolle a una persona en los pasos de cebra, donde el peatón tiene la preferencia, “porque en los buses hay un punto ciego, donde aunque el chofer mire a la derecha e izquierda, la persona que está cruzando no se ve”. Dicho punto ciego está ubicado en un pilar del bus, en el lado donde ingresan los pasajeros. “Tendría que haber un vehículo que no tuviera ese pilar o que tuviera un diseño que no tenga ese punto”, dice Herrera.
Los conductores de buses involucrados en estos hechos presentan problemas psicológicos a raíz de los atropellos, dependiendo de la magnitud del accidente. “Eventualmente, puede ser necesaria una atención de especialidad”, asegura Pablo González, jefe de Salud Mental del Hospital del Trabajador.
En la empresa Express aseguraron que cuando uno de sus conductores se ve involucrado en un atropello, “existe un plan de respuesta in situ con la Mutual de Seguridad ,que se amplía si el conductor lo requiere”.