El plan de Copenhague para tener su primer barrio sustentable
La meta de Copenhague para 2025 es convertirse en la primera capital del mundo con cero emisiones de carbono. Para lograr esto, está impulsando un plan con políticas públicas que abarcan la construcción sustentable, las inversiones económicas, la movilidad urbana verde y la producción de energía.
Una de las medidas que adoptó para avanzar hacia este objetivo es que cada edificio que se construya en la ciudad tenga una azotea verde, es decir, un jardín que ayude a absorber las aguas lluvias y regular la temperatura ambiental, disminuyendo así las “islas de calor” que genera el hormigón en los entornos urbanos.
En este contexto, una iniciativa diseñada por estudio de arquitectura local Tredje Natur es transformar el barrio San Kjeld, en el distrito de Østerbro, en el primero que sea 100% sustentable de la ciudad y que reúna estos planes e innove con la adopción de infraestructura para la movilidad que favorezca una correcta gestión de recursos hídricos.
Conoce el proyecto en este artículo.
San Kjeld es un barrio ubicado cerca del puerto en donde se pretenden intervenir gran parte de sus espacios públicos para que se transforme en un referente nacional e internacional en la adaptación urbana para enfrentar el cambio climático.
Esta necesidad surge de una de las problemáticas climáticas presentes en la ciudad y que corresponden a las inundaciones producto del incremento de las lluvias haciendo que el sistema de alcantarillados no de abasto.
No obstante, según cuenta la encargada de Medio Ambiente de Copenhague, Ayfer Baykal, “el aumento de las precipitaciones es un gran reto para nuestra ciudad. Pero para hacer frente al reto de la manera correcta, podemos asegurar a la ciudad una red de alcantarillados y al mismo tiempo llevar los valores recreativos a los espacios urbanos”.
En este sentido, la propuesta realizada por los arquitectos Flemming Rafn Thomsen y Ole Schrøder de la oficina y presentada al municipio considera un área de intervención de 105 hectáreas en donde se pueda mejorar la gestión de los recursos hídricos mediante la creación de áreas verdes que ayuden en la absorción para tener una mayor superficie permeable, sumado a la construcción de torres de agua y estableciendo la creación de techos verdes.
El aumento de los espacios verdes es una idea que haría que los dos principales puntos de encuentro del barrio, las plazas de San Kjeld y Tåsinge, dupliquen su superficie, lo que conlleva a la reducción de los estacionamientos para automóviles y contar con nuevos espacios para instalar cafés y restaurantes. Asimismo, estas obras se complementarían con el aumento del espacio disponible para los peatones y ciclistas en un 20%.
La movilidad es otra área desarrollada en el proyecto que no deja de lado un elemento esencial en la identidad danesa: la bicicleta.
La manera en cómo adopta este modo de transporte sustentable, que es usado por un 52 por ciento de los ciudadanos cada día para ir a estudiar o a trabajar, es relevante en el contexto del proyecto, ya que su infraestructura, es decir, las ciclovías, serán un factor importante en la gestión de las aguas-lluvias, sobre todo en el sector de Bryggervangen. Aquí, las ciclovías actuarán como canales pluviales que tomarán el agua del barrio y la llevarán hasta la bahía.
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