Castigo por dañar patrimonio: pintar Basílica de La Merced
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
La infractora cumplió esta pena como parte de la sentencia de 60 horas de servicio comunitario.
La Iglesia de San Francisco, un tesoro patrimonial que habitualmente es víctima de vandalismo, recibió una particular compensación: una joven que fue sorprendida rayando el templo, tuvo que reparar, de su propia mano, la falta: tomó un rodillo y pintó otro templo que también sufre de rayados, la Basílica de la Merced.
“Creo que es lo más ejemplificador y lo más educativo. Muchas veces, las personas no tienen conciencia del valor del patrimonio y sentir el daño que provoca un rayado en un edificio. Al restaurarlo -por parte del infractor- se genera una experiencia que transforma”, dice la alcaldesa de la Municipalidad de Santiago, Carolina Tohá.
El más feliz era el párroco de La Merced, fray Mario Salas, que por fin ve que esta iglesia está libre de rayados: “Toda pena debe ser pedagógica, para que la persona aprenda que lo que no debe hacer, porque daña el patrimonio (…) nunca supe quién era la niña, solo la vi trabajando los tres días junto a otros funcionarios”.