Una alternativa urbana para Valparaíso
Por Jonathan Galarce, La Tercera.
Tres barrios porteños y una comitiva extranjera, rediseñan sus territorios afectados por incendios. Un trazado cívico y colectivo. Esa es la fórmula.
Dómenico Di Siena recorre la cancha Los Patos de la población El Vergel como cualquier vecino. El urbanista italiano llegó a Valparaíso liderando una comitiva extranjera, invitada por la Universidad de Valparaíso (UV), para iniciar un proceso revolucionario en materia de planificación urbana, y alternativo a los mecanismos del gobierno para recuper las zonas afectadas por el megaincendio que se inició el 12 de abril de 2014.
“Hay un objetivo ambicioso pero posible. Tras el incendio se han generado fragmentaciones entre las comunidades, porque no hay un diálogo entre ellas ni capacidad de generar espacio cívico que dé fuerza al territorio”, aclara Di Siena, mientras saluda a algunos vecinos que se han sumado a un ciclo de talleres dispuestos para comenzar el trabajo en terreno.
Sobre el proceso de reconstrucción iniciado el año pasado en las zonas altas de Valparaíso, tiene una opinión. “Desafortunadamente, tras el incendio se han empezado a usar palabras como ´refundar´ la ciudad o ´transformarla´, y hay que recordar que existe una comunidad que ha generado su propia ciudad”.
De los siete cerros afectados, tres barrios han sido elegidos para iniciar este proyecto urbano: El Vergel, Las Cañas y Las Huaitecas. La iniciativa incluye talleres interdisciplinarios que combinan arquitectura, urbanismo, medicina e ingeniería, para generar planes de ordenamiento barrial, a partir del imaginario de los residentes.
El director del Programa de Apropiación Urbana del Centro Gerópolis de la UV, Lautaro Ojeda, indicó que con las ideas que surjan de la colaboración entre vecinos, “se levante inteligencia colectiva que pueda rematar en proyectos sociales que quizás en un futuro puedan ser proyectos materializados, desde un block comunitario o una junta de vecinos”.
En la Junta de Vecinos El Vergel se pueden observar grandes planos urbanos del sector y pequeñas piezas que simulan casas y ascensores. Ojeda explica que se están diseñando herramientas, como juegos de mesa de codiseño urbano, que implican establecer un ordenamiento barrial. “La idea es que la comunidad tenga un imaginario cristalizado en una maqueta o plano real y de eso generar conocimiento técnico”.
Para 2016, los expertos pretenden identificar otros centros comunitarios para expandir la idea que ha encontrado un puerto en sectores vulnerables. “Acá aún hay libertad de autoconstrucción lo que es motor de las dinámicas sociales”.