¿Por qué las pasarelas peatonales no favorecen a los peatones?
¿Cruces peatonales a nivel de las veredas o pasarelas peatonales?
La decisión que deben tomar las autoridades de las ciudades pueden ser respaldadas según una investigación hecha por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo de México (ITDP), en la que se justifica la mejor opción de acuerdo a dos factores: el primero que corresponde a la relación entre la velocidad y la seguridad vial, y el segundo, a la accesibilidad y el diseño urbano.
De acuerdo a estos factores, el ITDP sostiene que el mejor cruce peatonal es el que está nivel de las calles debido a que se prioriza la ruta de los peatones y porque están hechos a escala humana.
En contraste, las pasarelas son vistas como una opción que surgieron desde el paradigma de priorizar el tránsito de los vehículos y de acuerdo a los datos entregados por el estudio, no aumentan la seguridad de los peatones.
Además, la ubicación de las pasarelas no favorece a los peatones porque deben recorrer distancias más largas y hacer un esfuerzo mayor. Asimismo, no todas están diseñadas para las personas con movilidad reducida y construirlas requiere de una mayor inversión económica, según detalla el Instituto.
Tomando en cuenta estos datos, el ITDP entrega sus recomendaciones de cómo se deben diseñar los cruces peatonales a nivel de las veredas.
La relación entre la velocidad y la seguridad vial
Los beneficios de reducir los límites de velocidad de los vehículos para aumentar la seguridad para todos los usuarios del espacio vial es una medida que cada vez están adoptando más las ciudades del mundo tomando en cuenta cuáles son las consecuencias tras un atropello.
Por ejemplo, si el impacto ocurre cuando un vehículo circula a más de 60 kilómetros por hora, el 84% de los peatones muere, un 15% queda herido y nadie sale ileso. En cambio, la misma situación a 48 km/h puede causar la muerte de un 45% de los peatones, que el 50% termine herido y que solo un 4% salga ileso.
Por último, cuando el límite de velocidad es aún más bajo, a 30 km/h, las probabilidades de que alguien muera bajan considerablemente a un 5%, el 65% queda herido y un 30% de los peatones sale ileso.
A este punto, el ITDP agrega otro factor relevante al momento de regular los límites de velocidad: el campo de visión. Este varía según la velocidad de circulación de un automóvil y quiere decir que a mayor velocidad, menor es el campo de visión de los conductores y su capacidad de reacción es aún menor.
En el campo de visión también influye la dimensión de una vía. Acerca de esto, el ITDP plantea que se ha comprobado que en aquellas calles que tienen un ancho mayor a los 3.5 metros, la seguridad es menor porque los vehículos pueden circular más rápido y los peatones casi no se divisan. Por esta razón, recomienda que las vías tengan un ancho de hasta 2.5 metros y que el espacio restante sea peatonal.
Asimismo, recomienda la instalación de Reductores de Velocidad al mismo nivel de la vereda con una extensión y pendiente que dependa de los límites de circulación de la velocidad permitida en una calle, tal como se detalla en la imagen inferior.
Accesibilidad y diseño urbano
En cuanto al diseño de las veredas, el ITDP recomienda que los cruces deben mantener la ruta de los peatones, lo que también favorece el desplazamiento de quienes usan silla de ruedas. Además, esta opción obliga a los conductores a detenerse antes del cruce y le da mayor visibilidad a los peatones.
Esto se puede complementar con el hecho de que las veredas deben destinar un espacio idealmente equivalente a un metro y medio de ancho para que en el resto del espacio se puedan destinar áreas a la vegetación y a los asientos con el objetivo de crear zonas de descanso acogedoras.