Colegio de Arquitectos objeta proyecto del Terminal 2 de Empresa Portuaria Valparaíso

19-11-2015
Estoy muy de acuerdo con casi todo lo que expresa la declaración del Colegio de Arquitectos. Hacia el final, al mencionar el carácter de la ciudad puerto, habla de la diversidad de actividades culturales y económicas.
Cabría aclarar que esta diversidad NO ES responsabilidad del puerto mismo, cuyas funciones son claras: recibir naves, pasajeros, transferir carga, facilitar la movilidad óptima de ambos, brindar facilidades de mantenimiento a embarcaciones diversas, garantizar seguridad portuaria (desde fondeaderos y frentes de atraque seguros hasta protección de guardacosta y seguridad en borde costero), proporcionar facilidades al trámite aduanero y otras similares.
Las tareas culturales son responsabilidad del Municipio, de las instituciones y de la ciudadanía residente, y para el desarrollo de estas tareas hay espacio de sobra tierra adentro y en borde costero diferente del que ya tiene destino portuario. En el mismo tramo de costa no se puede tener puerto, comercio, deporte, cultura, y todas las cosas al mismo tiempo. Hay espacios para todo, y algunos espacios son más aptos que otros, pero el caso es que Chile tiene costa suficiente como para satisfacer los deseoa más caprichosos que se le puedan ocurrir a cualquiera. Con un solo anzuelo no es posible pescar cuarenta peces al mismo tiempo.

Pro supuesto que EPV está cometiendo errores garrafales con sus últimos proyectos. Como lo denunciaron Juan Cervantes y oros comentaristas en su oportunidad, EPV ha cambiado su vocación portuaria por fiebre inmobiliaria.

Me preocupa que ni EPV ni nadie ha presentado alternativas DE DESARROLLO PORTUARIO para el sector Barón, como si a todo el mundo le valiera un comino la percepción de la Armada.
Las propuestas que hemos visto se refieren a Mall, a negocio inmobiliario, a marina deportiva y turística, etc, pero NADA DE PUERTO.
Hace diez años yo estaba a favor de un gran parque costero para el aprovechamiento de nuestro tiempo libre junto al mar, pero ya entendí que moviendo un poco las patitas tenemos acceso a sitios de rechupete para nuestro ocio junto al mar, mientras que el puerto sólo dispone del frente que tiene hoy.

20-11-2015
Señor Pérez.
Me acaba de llegar su excelentísimo post.
El Cabildo de 1991 es UNO de tantos eventos que hemos tenido y seguiremos teniendo, y dista mucho de ser una constituyente o cumbre de ninguna clase.
Allí se expresó el sentir de UN GRUPO DE PERSONAS, un sentir DEL MOMENTO, un sentir que HOY NO ES EL MISMO. De ese grupo de personas, dudo que siquiera un veinte por ciento sean conocedores de la problemática de nuestro borde costero.
En cambio, la Armada ha tenido claro desde hace siglos que Barón sigue siendo parte del puerto.
Así como algunos deconocen el Congreso de la CIAM en Atenas (1933), que sentó las bases del urbanismo a escala humana, yo me permito desconocer su cabildito, y acatar la percepción de la Armada.
La Armada, señor Pérez, es una institución conformada por gente de mar, gente que sabe y siente las cosas del mar. Creo en ellos, siempre he creído y siempre creeré.
Para su información, señor Pérez, el doctor Alberto Texido ha reconocido que la Armada es la máxima autoridad en cosas del borde costero (ver artículo “Chile: el frente marítimo imposible”).
Si tampoco va a creer en Alberto Texido, ya es hora de que se siente a reflexionar al respecto.
Me gusta su tono insolente, su sed de cortar cabezas, y su carencia absoluta de argumentos contundentes, porque así los lectores pueden ver qué clase de personas defienden al Mamut y a su sarta de cochinadas.
En buen Castellano, eso se llama un tiro por la culata.

24-11-2015
Me acabo de enterar de que se inician obras para el nuevo Terminal de Pasajeros.
Lo que no me gusta nada es que el señor Calvetti se refiere – dentro de las instalaciones del terminal – a un “centro de eventos” para “interacción entre el puerto y la ciudad”.
En primer lugar, estoy seguro de que el número de pasajeros que viene a Pancho por eventos es muy exiguo y no justifica construir allí, pegado al mar, un “centro” para tales fines.
Por otra parte, ese tipo de actividades va en contra de las normas internacionales de seguridad portuaria. Construyan su centro de eventos sobre Errázuriz y no habrá problemas. Si algún pasajero desea asistir a un evento, camine una cuadrita más, que no le dará urticaria.
Lo que el pasajero necesita es seguridad y agilidad en el manejo de su equipaje, en sus trámites de aduana y en las directrices para turistear o – al menos – para hospedarse y para comer.
Han tratado de meter el negocio inmobiliario de mil maneras: que mall, que oficinas, que departamentos, que locales, que estacionamientos, que centros de eventos, que hotel cinco estrellas, que museo, que acuario, etc.
El recinto portuario es para asuntos portuarios. La ciudad dispone de mil sitios aptos para acoger todas las iniciativas no portuarias, pero el Mamut quiere hacerlo junto al mar: venta de calcetines con sabor a salado y vista al mar a un metro del comprador.
¿Es esto una necesidad del desarrollo urbano? Nosotros los porteños disponemos de muchos sitios para acceder al mar, y NO LOS NECESITAMOS TODOS LOS DÍAS NI A TODAS HORAS.
Algunos comentaristas creen que si uno anda por el centro y deja de ver el mar por un minuto le va dar un ataque cardiaco.

16-12-2015
En un reciente comunicado de prensa hablan del nuevo terminal de pasajeros en la zona portuaria. Dicen que las instalaciones se usarían en eventos culturales en temporadas en que no llegan turistas.
Es como decir que podemos poner mesas de pimpon en los baños públicos cuando no entran clientes a orinar.
Las normas internacionales de seguridad portuaria incluyen ausencia total de actividades diferentes de la llegada y salida de pasajeros marítimos en las instalaciones designadas para tal fin.
En la práctica, implicaría que nadie podrá llegar a Valparaíso por mar cuando hay eventos en las instalaciones.
A mí me huele a negocio torcido.

Desde otro ángulo, si son tan necesarios los eventos culturales en Pancho, ¿por qué están acabando con las salas de cine, que podían servir – y han servido – para muchas otras actividades?
Estos son los contrasentidos de la fiebre inmobiliaria, la ley del agarraaguirre.
De llapa, hay “ciudadanos” que aprueban este tipo de exabruptos.
El artículo menciona también la insistencia del Mamut Plaza Barón en construir su mall en el sector de Puerto Barón, como si ese mall no pudiera construirse en ninguna otra parte del planeta.
El dinero en buena cantidad respalda la soberbia y la tozudez.

T2 Chao