Población de Isla Las Huichas, en Aysén, se apronta para otro verano con déficit hídrico
Pese a que la región posee la tercera reserva mundial de agua sólida: Sus 1.200 habitantes se abastecen por medio de barcazas que proveen el líquido desde el continente. Cuando este se acaba, viajan ellos mismos a buscarla. MOP estudia una solución.
La temporada estival en Aysén es motivo de frecuentes celebraciones por las fiestas costumbristas que se desarrollan en la región. Ajenos a ese ambiente festivo, los habitantes de Islas Huichas comienzan a afrontar un drama que en esta época se está volviendo recurrente: pese a estar ubicadas en la región con la mayor reserva de agua sólida del país -y la tercera del mundo, junto a Magallanes- en verano padecen un creciente déficit de agua potable.
El archipiélago de Islas Huichas, contiguo al Canal Moraleda, se ubica al noreste de Puerto Aysén. Las favorables condiciones para la pesca artesanal, labor a la que se dedica un 80% de su población, dieron origen a los poblados de Puerto Aguirre, Caleta Andrade y Estero Copa. Para llegar al lugar son cuatro horas de navegación desde Puerto Chacabuco o cerca de una hora por vía aérea.
Las 1.200 personas que habitan en ellas históricamente se han abastecido por medio de las aguas lluvias. Sin embargo, la escasez de precipitaciones en los últimos años ha obligado, generalmente entre octubre y abril, a trasladar en embarcaciones aljibes unos 150 mil litros diarios de agua desde el continente.
“Cuando no nos alcanza con el agua de la barcaza la gente se traslada en lanchas a buscarla al continente en bidones grandes. Pero eso nos sirve sólo para beber y las comidas”, afirma Pedro Vargas, quien tiene un estanque en su casa, que solo se llena en invierno. “Sin la barcaza, estaríamos sonados”, remata.
El traslado de agua, coordinado por Onemi y la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP, comenzó este año el 13 de octubre, a un costo de $170 millones.
“En la isla se necesitan lluvias de 15 a 20 mm a la semana para contar con un abastecimiento normal. Pero en períodos de sequía ha habido ocasiones en que no ha llovido hasta en un mes y medio”, comenta Susana Silva, de la Municipalidad de Aysén. Explica que la condición morfológica de la isla, principalmente de roca, impide capturar aguas lluvia.
Asegura que nunca ha habido desabastecimiento de agua en la isla, sino racionalización cuando la crisis hídrica es muy fuerte. El problema, dice, comenzó con el mayor poder adquisitivo de la población: “Comenzaron a instalar baños y lavadoras automáticas en sus casas, lo que ha elevado mucho el consumo de agua potable pér cápita”.
Ducto submarino
Como una forma de paliar el déficit de agua la Subsecretaría de Desarrollo Regional financió el año pasado la instalación de una máquina desalinizadora, con una inversión de $200 millones. Produce cerca de 220 mil litros diarios tras procesar agua de mar extraída del canal Ferronave y reemplazó a una antigua desalinizadora que quedó en desuso por falta de repuestos.
Sin embargo, el incumplimiento en el pago de los pobladores al Comité de Agua Potable Rural, que administran los mismos vecinos, mantiene la desalinizadora suspendida. El gasto mensual en electricidad asciende a $2 millones, mientras que lo recaudado llega solo a $400 mil. “Cuesta mucho que la gente pague. No están acostumbrados”, comenta Víctor Medi, presidente del Comité de APR de la isla.
El Ministerio de Obras Públicas evalúa construir un ducto submarino que trasladaría agua desde algunos de los tres cauces naturales identificados frente a Puerto Aguirre, en el continente. Pero habrá que tener paciencia: “Si todo anduviera bien, estamos hablando de un inicio de operaciones no menor a seis a siete años”, advierte el seremi del MOP Cristián Manríquez.
1.200
personas viven en esta localidad y se dedican, principalmente, a la pesca artesanal.
$200
millones costó la instalación de la planta desaladora que cubrirá la demanda de verano.
220 mil
litros produce al día la nueva tecnología. Esta usa un generador diésel que extrae agua del mar.