Iglesia Santa Ana, el tercer templo más antiguo de Santiago, volverá a abrir sus puertas en 2016
Los daños ocasionados por el terremoto de 2010 en la Iglesia Santa Ana, ubicada en Catedral con San Martín, en pleno centro de Santiago, obligaron a mantenerla cerrada al público hasta hoy.
Sin embargo, desde septiembre de este año que se está ejecutando la segunda etapa de un proyecto de Restauración y Puesta en Valor que permitirá que el tercer templo más antiguo de Santiago, construido en 1806, pueda volver a abrir sus puertas a inicios del segundo semestre de 2016.
Así, la iglesia declarada Monumento Histórico en 1970 que fue diseñada por el arquitecto chileno Juan José Goycolea, discípulo de Joaquín Toesca (autor del Palacio de La Moneda, la Catedral Metropolitana de Santiago, el Palacio de los Tribunales de Justicia y la Basílica de la Merced, entre otras), podrá volver a su estado previo al 27-F y mantener las intervenciones previas.
Asimismo, podrá permanecer para que las futuras generaciones conozcan un inmueble de gran relevancia para la ciudad, tanto por sus valores arquitectónicos, históricos, urbanos, religiosos y sociales.
Las obras de restauración están a cargo de la Municipalidad de Santiago que cuenta con apoyo de la Dirección de Arquitectura y Construcción del Arzobispado y de la Fundación Patrimonio Cultural, organización dependiente de la misma entidad que desde 2012 busca difundir y proteger el patrimonio artístico y cultural de la Iglesia Católica en Santiago que, en la gran mayoría de las ciudades chilenas, nos permite conocer sus hitos fundacionales y espacios históricos.
Actualmente, se está trabajando en la recuperación de las estructuras de las capillas laterales, llamadas del Carmen y San Joaquín, y de otros espacios, tales como el bautisterio, la sacristía, el presbiterio y el salón parroquial, según nos cuentan desde la Fundación Patrimonio Cultural.
Además, se está recuperando la estructura y la pintura de la fachada principal que abarcan la torre del campanario y las fachadas laterales, las que cuentan con financiamiento del Gobierno Metropolitano y del Arzobispado.
Estos trabajos son posibles luego que en 2013 se llevara a cabo la primera etapa del proyecto que hizo posible la consolidación de la estructura de la nave central y la normalización eléctrica del inmueble, los que contaron con aportes del Arzobispado, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y del Fondo de Reconstrucción Post Terremoto.
Cortesía fotografías: Fundación Patrimonio Cultural.