El 10% más rico del mundo emite el 50% de los gases contaminantes
Estudio busca derribar mito sobre responsabilidad de países emergentes.
El 10 % más rico de la población mundial es responsable de cerca del 50 % de las emisiones de carbono, indica la ONG Oxfam en un informe publicado ayer. En tanto, la mitad más pobre del planeta contribuye con un 10%.
El documento, difundido durante la Cumbre del Clima de París (COP21), contribuye, según sus autores, a “desmontar el mito de que los habitantes de países con un rápido desarrollo son los principales responsables del cambio climático”.
“Aunque las emisiones aumentan rápidamente en los países en desarrollo, gran parte se derivan de la producción de bienes que se consumen en otros, lo que significa que las emisiones asociadas a los hábitos de consumo de los ciudadanos de esos países son mucho menores que las de sus homólogos en los desarrollados”, indica Oxfam.
El dossier evidencia la desigualdad en la producción de emisiones, tanto entre países como dentro de las propias naciones. Una persona del 1% más rico utiliza 175 veces más carbono que alguien del 10% más pobre.
“Los más ricos y los mayores emisores deben rendir cuentas por las emisiones que generan, sin importar dónde vivan”, señala Tim Gore, experto en política climática y alimentaria de Oxfam.
El especialista advierte de que “es fácil olvidar que las economías que se están desarrollando más rápidamente también acogen a la mayor parte de las personas más pobres del mundo y que, aunque deben contribuir de forma justa reduciendo sus emisiones, son los países ricos quienes deben asumir mayores objetivos de reducción”.
Las únicas personas que se beneficiarían de que en París se consiga un acuerdo poco ambicioso, según la ONG, sería “un grupo de milmillonarios que han hecho fortuna gracias a los combustibles fósiles”.
El futuro pacto debe “movilizar recursos para ayudar a las comunidades más pobres y vulnerables a adaptarse a los efectos del cambio climático”, concluye Oxfam, en un llamamiento en el que también pide que las acciones dirigidas a combatirlo respeten los derechos humanos y la igualdad de género.
Hasta ahora los países ricos y en desarrollo continúan muy divididos en la cumbre sobre la cuestión de la “diferenciación”, es decir, de cómo repartir la responsabilidad de la reducción de las emisiones de gases procedentes de la quema de carbón, petróleo y gas.