Construcción de departamentos supera por primera vez a la de casas en todo el país
Por Manuel Valencia y Sebastián Sottorff.
Este año los permisos de obras llegaron a un histórico nivel de 60 mil:
Según el Gobierno, la Cámara de la Construcción y especialistas, la presencia de edificios aumentará en ciudades pequeñas y medianas en los próximos años.
Hasta hace 10 años, la casa con patio y jardín aún era el prototipo más recurrente al que aspiraban las familias chilenas, según lo constataban las estadísticas. En 2005, de las 127.172 viviendas que iniciaron su construcción entre enero y octubre, 92.685 (73%) eran casas y 34.487 (27%), departamentos.
Una década después, las cifras muestran un cambio social profundo, en el mismo periodo. Un informe elaborado por el Observatorio Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) evidencia que los departamentos se duplicaron y llegaron a un máximo histórico de 60.201. La cifra supera, por primera vez y en 4.414 unidades a las 55.787 casas (casi la mitad de 2005) con permisos de edificación obtenidos este año.
Para Luis Eduardo Bresciani, presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, este hito refleja un cambio social profundo. “Se dan varias causas a la vez. Hay una tendencia a la reducción del tamaño de la familia, que, por lo tanto, requiere menos espacio. Además, los nuevos propietarios, que son más jóvenes, privilegian una opción por la centralidad que se ha consolidado fuertemente. Hay un desarrollo inmobiliario que se concentra en grandes ciudades y en estas urbes, con una nueva escala, las áreas centrales están volviéndose prioritarias para las ciudadanos”.
Complementa el análisis el jefe de la División de Desarrollo Urbano del Minvu, Pablo Contrucci. “Como hay más ingresos, hay más personas que tienen la posibilidad de salir antes de la familia original, y eso con la baja de la tasa de natalidad y la cantidad de personas que ocupan la vivienda se complementa con que las inmobiliarias buscan sacarles un mayor rendimiento a terrenos que tienen un costo de suelo mayor, al aumentar la producción y escala de viviendas, en la altura”, explica.
El informe también muestra una caída de los departamentos de menor tamaño (entre 36 m2 y 50 m2): pasaron de ser el 29,2% en 2005 al 11,1% este año. En cambio, los de mayor tamaño (sobre 140 mm2 ) subieron del 2,9% en 2005 a 8,1% este año.
Bresciani anticipa que la presencia de más edificios comenzará a notarse en ciudades y localidades que hasta hoy solo tienen casas: “En la medida en que vaya subiendo el precio de suelo, habrá más departamentos”. Con ello, en el largo plazo, la configuración urbana de las ciudades cambiará. “Aunque hoy el stock de casas es aún mucho mayor, comenzarán cada vez más a dar paso a edificios”, plantea.
Choque normativo
La llamada “verticalización” de las ciudades tiene un correlato en la venta de los inmobiliarios. Javier Hurtado, gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción. “La oferta de departamentos en Santiago concentra el 85% del total de viviendas, y el 81% de la venta acumulada de propiedades corresponde también a departamentos. Hemos visto un crecimiento de viviendas unipersonales, para personas solteras, que comienzan a vivir solas antes”, afirma.
Añade que esta demanda colisiona con las crecientes restricicones normativas de los planes reguladores, que han limitado la construcción en altura. “La densificación es una tendencia mundial, y si el Estado la impide, se producen situaciones de injusticia en que unos pocos acceden a lugares bien ubicados”, opina.
4.902 de los departamentos iniciados este año tienen más de 100 m2. En 2005 eran solo 715.
6.206 casas iniciaron su construcción en el Maule este año y apenas 2.121 departamentos.
24.909 viviendas en altura tienen entre 51 m2 y 70 m2, el tamaño promedio más frecuente.
“Se necesita una nueva actitud hacia la ciudad”El economista Greg Clark, experto en planificación urbana de la Universidad de Cambridge, visitó Santiago esta semana para participar en el seminario “Ciudades en crecimiento: el desafío de acoger a sus habitantes”, organizado por la Cámara Chilena de la Construcción.
Sin tener un conocimiento acabado de la capital, Clark plantea que, para que Santiago se transforme en una urbe desarrollada, se requiere de una planificación que privilegie el bienestar de las personas, con una debida inversión en infraestructura, transporte, educación y salud.
“No se puede fomentar un modelo de expansión simple, pues eso significa construir edificios cada vez más lejos. Tiene que haber una racionalización de los terrenos disponibles, para que las actividades estén agrupadas adecuadamente. Por ejemplo, se podrían crear zonas para oficinas, sectores para el retail , la ciencia y la cultura. Eso es clave para la revitalización urbana en zonas que se han desvalorizado”, explica, recalcando que la inversión pública tiene que ir de la mano del sector privado y que lo ideal es que una ciudad tenga mucho más “que un solo centro”.
“Más que nada, se necesita de una nueva actitud hacia la ciudad. Tenemos que tratar de construir ciudades en las que todo el mundo disfrute. Esto también implica una mejor gestión del espacio público y la vida en la calle, para mantenerla atractiva y segura”, concluye.