¿A qué se comprometió Chile?
Por: Cristina Espinoza.
[acuerdo] El país se comprometió a reducir en 30% sus emisiones hacia 2030, -45% si obtiene más financiamiento- meta que implica que el 30% de la energía inyectada al sistema a 2030 sea renovable. Según el gobierno, el compromiso es alcanzable, pero aclara, tampoco es obligatorio.
Desacoplar el crecimiento económico del de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente del CO2, es la meta a la que Chile debe llegar, no sólo para cumplir con su parte del compromiso del Acuerdo de París, sino para tener una economía más sostenible. Un objetivo que está calculado y es alcanzable, dice el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, desde la capital francesa.
“Es un objetivo de la economía completa, todos los sectores tienen que hacer un esfuerzo de acuerdo al impacto y las oportunidades que tiene cada uno”, dice quien lideró a los negociadores chilenos en la parte final de las reuniones.
Para cumplir con su Contribución Determinada Nacionalmente (INDC, sigla en inglés de las contribuciones que cada país se comprometió a hacer en materia de reducción de gases) a la Comisión Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático (Cmnucc), en términos de emisiones de GEI, el país deberá bajar 30% lo que emite hacia 2030 (o 45% si logra financiamiento internacional), tomando como base lo que emitió en 2007, y según el crecimiento económico.
Para calcular esa rebaja, las toneladas emitidas por año son divididas por el PIB anual, y a ese cuociente, se le resta el porcentaje comprometido. Así, si en 2007 el cálculo daba 1,019, hacia 2030, bajando 30% de emisiones, ese número debería dar 0,71.
Sin embargo, este capítulo del acuerdo sólo es “voluntario”. “El no cumplimiento de un compromiso como el INDC no reviste sanciones, aunque sí tiene una sanción social en la comunidad internacional”, explica Mena.
Lo que sí es exigible, tiene que ver con la revisión de los compromisos cada cinco años.
“Hay varios artículos que dicen ‘debe’, es decir, que debemos cada cinco años actualizar nuestra información de cómo van los compromisos, que debemos entregar cada cinco información sobre planes de adaptación y las necesidades que tenemos”, dice Mena.
Según Dieter Linneberg, director del Centro de Líderes Empresariales contra el Cambio Climático, las empresas chilenas tendrán que ir adaptándose a las metas auto impuestas por el gobierno pero con el suficiente tiempo para no provocar problemas en sus cadenas productivas”. “Lo veo como una oportunidad para provocar innovación y aumentar la productividad ya que vivir en un ambiente con contaminación no puede ser bueno para nadie.
Según el cálculo del proyecto Maps (que evaluó distintas medidas para bajar las emisiones en Chile), lograr la rebaja de CO2 significa llegar a una escenario donde las energías renovables no convencionales (ERNC) dominen la matriz. Eso incluye, por ejemplo, incentivar la energía eólica y solar fotovoltaica en el sector energético y modificar la ley de ERNC, poniendo como meta que el 30% de la energía inyectada al sistema hacia 2030 sea renovable (hoy la meta es 20% a 2025), además de aumentar su uso en la industria, la minería y en el sector agropecuario.
Mena dice que el sector energético es uno de los que más impacta, por lo que es donde están las mayores oportunidades de reducción y con el Ministerio de Energía ya se ha adelantado el trabajo. “Hoy tenemos un impulso fuerte hacia un mercado de energías renovables. Eso va a continuar con el tiempo”, sostiene. “La política energética es un corazón importante, hay una hoja de ruta trazada por el comité directivo en la cual se propone llegar al 70% de energías renovables al 2050, más el establecimiento de mercados de carbono o fortalecer el impuesto verde. La agenda de energía es un pilar importante de la estrategia climática”, indica el subsecretario.
Hoy se prepara un nuevo plan de acción al cambio climático y una ley de eficiencia energética, que además de exigir rendimientos mínimos para vehículos y electrodomésticos, tiene metas para la industria, lo que también ayudará a bajar las emisiones. Además de los planes de descontaminación y lo que se está invirtiendo en vivienda y urbanismo para aislación térmica.